No es un secreto que los cielos con poca contaminación lumínica de Canarias son ideales para la observación del firmamento, pero… ¿Cuánto de oscuros son? ¿Qué zonas son las mejores para la observación? ¿Qué puede verse desde donde vives?
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La calidad del cielo
Desde el punto de vista de la observación astronómica la calidad de una sesión de observación del cielo viene determinada por múltiples factores, siendo quizás los más importantes la contaminación lumínica y lo que los anglosajones llaman el seeing.
El seeing hace referencia a la distorsión que introduce la atmósfera en la observación, y está sujeta a múltiples factores, entre ellos las condiciones meteorológicas, en especial la temperatura de sus diferentes capas. Unas condiciones malas de seeing se traducen en estrellas que titilan (parpadean) más de lo normal, indicador de que hay mucha turbulencia en el aire. Es esta una de las causas por las que los objetos que se encuentran bajos en el horizonte se verán peor que los que se encuentren en lo alto de la bóveda celeste, pues la luz ha de atravesar menos atmósfera hasta llegar a nosotros. Reducir la cantidad de atmósfera entre el observador y las estrellas llevó a Sir Charles Piazzi Smyth a subir a montaña Guajara en 1856 para validar esta teoría. Es además uno de los motivos por los que los observatorios astronómicos se encuentran habitualmente localizados a gran altitud.
Pero el factor más determinante en este mundo superpoblado en el que vivimos es sin duda la contaminación lumínica. La cantidad de luz que emiten las ciudades y regiones pobladas limita enormemente el número de objetos que pueden observarse en el cielo.
Con objeto de clasificar los cielos nocturnos en base a la contaminación lumínica del lugar el astrónomo amateur John E. Bortle propuso una clasificación que se ha vuelto tremendamente popular. La denominada Escala de Bortle.
La escala Bortle
La escala de Bortle nos permite conocer qué podemos esperar de una noche de observación en un determinado lugar, y es especialmente útil si viajamos fuera de nuestro lugar habitual de observación, a otras latitudes poco conocidas. Está organizada en 9 clases, siendo la clase 1 la correspondiente a los cielos más oscuros y la 9 el que podría observarse en el centro de una ciudad. Cada clase viene determinada por la mínima magnitud (brillo) de las estrellas que pueden observarse a simple vista.
Estas son las nueve clases de la escala:
- Clase 1.- Cielo oscuro excelente: Es posible ver a simple vista la Luz Zodiacal y la galaxia M33 (El Triángulo). Las regiones de Escorpio y Sagitario de la Vía Láctea proyectan una sombra difusa en el suelo. Es posible ver estrellas de hasta magnitud 8. Júpiter y Venus lucen tras brillantes que dificultan la observación del cielo a su alrededor.
- Clase 2.- Cielo oscuro típico: Tanto la Vía Láctea como la Luz Zodiacal se aprecian con claridad, pudiendo diferenciar su diferente color. Las nubes en el cielo son visibles como “agujeros negros” que borran áreas visibles del firmamento. Es posible ver un número elevado de cúmulos globulares del catálogo de Messier.
- Clase 3.- Cielo rural: Se observa una banda de contaminación lumínica a la altura del horizonte, y las nubes bajas lucen débilmente iluminadas. Tanto la Vía Láctea como la Luz Zodiacal y M33 son todavía claramente visibles. La máxima magnitud observable se reduce a 7.
- Clase 4.- Transición cielo rural/suburbano: Se observan evidentes signos de contaminación en las direcciones en que están las zonas pobladas. La Luz Zodiacal es todavía visible tanto al amanecer como al atardecer, pero su longitud se ve significativamente reducida. La Vía Láctea sigue viéndose en plenitud aunque se pierde detalle de se estructura. M33 es difícilmente visible a simple vista, en especial si está baja en el cielo. Las nubes se mantienen oscuras en el cenit aunque aparecen ya ligeramente iluminadas cuando están más próximas al horizonte.
- Clase 5.- Cielo suburbano: La Luz Zodiacal apenas se ve en sus mejores noches de observación. La Vía Láctea es prácticamente invisible a la altura del horizonte y se muestra débil y borrosa en su zona alta. La iluminación artificial se hace evidente prácticamente en todas direcciones. La máxima magnitud visible se reduce a 6. Las nubes se muestran más brillantes que el propio cielo.
- Clase 6.- Cielo suburbano brillante: No hay rastro de la Luz Zodiacal. El único vestigio visible de la Vía Láctea es la parte más próxima al cenit. La banda entre el horizonte y unos 35º de altitud brilla de color blanquecino. M33 sólo es visible con prismáticos y M31 (Andrómeda) aparece muy débil a simple vista. La máxima magnitud visible es 5.5.
- Clase 7.- Transición cielo suburbano/urbano: Todo el cielo tiene un aspecto gris blanquecino. Las fuentes de luz artificial son evidentes en toda dirección. La Vía Láctea es invisible. Las nubes aparecen fuertemente iluminadas. Andrómeda apenas se ve a ojo desnudo.
- Clase 8.- Cielo de ciudad: El cielo brilla en todos blanquecinos o anaranjados. Es posible leer sin dificultad. Sólo los objetos más brillantes del catálogo de Messier son visibles a través de un telescopio. Algunas de las estrellas de las constelaciones más familiares son difícilmente reconocibles. Magnitud máxima 4.5.
- Clase 9.- Cielo del centro de ciudad: El cielo está completamente iluminado hasta el cenit. Constelaciones débiles como Cáncer o Piscis son invisibles. Con excepción de las Pléyades, no hay objetos del catálogo de Messier visibles. Sólo es posible ver La Luna, los planetas y algunos cúmulos estelares.
Puedes consultar el artículo original en el que Bortle propuso esta escala aquí.
Utilidades
Existen múltiples utilidades para determinar a que nivel de la escala Bortle corresponde tu lugar de observación seleccionado. Quizás la más interesante sea este “light pollution map”, que te permite navegar a cualquier lugar del mundo y consultar la calidad de sus cielos.
Como puedes ver, los cielos de Canarias no escapan en absoluto a la contaminación lumínica, en especial en las zonas más turísticas de las islas. Existen sin embargo fabulosas zonas de observación en las áreas de mayor altitud, donde podemos disfrutar de cielos Bortle 3 a pocos kilómetros. Un auténtico privilegio. Si no lo crees así, intenta buscar lugares similares en las zonas superpobladas de la Europa continental.
Y ahora que sabes más sobre la calidad de nuestro cielo ¿Por qué no te animas a salir y verlo con tus propios ojos?
Curiosidades
¿Sabías que desde 1988 existe una Ley que protege los cielos de Canarias? Es la llamada “Ley del Cielo”, cuyo objetivo fundamental es garantizar la calidad de las observaciones astronómicas del Instituto de Astrofísica de Canarias.
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