Te proponemos una microAventura ciudadana, esta vez en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Cómoda, sencilla, de apenas una hora, o dos si quieres, barata y apta para todos los públicos.
- Dónde: Santa Cruz de Tenerife.
- Duración: entre una y dos horas, dependiendo de lo que te entretengas en el lugar.
- Dificultad: Baja.
- Imprescindible: Cámara de fotos. Descargar artículo en PDF
(Exclusivo para suscriptores)
Se trata de subir una pequeña montaña, de unos cuarenta metros, con una historia muy especial, y que gracias al trabajo y tesón de mucha gente se ha convertido en un singular Jardín Botánico dedicado a las palmas (o palmeras) del mundo, y conocido con el nombre de Palmetum.
Una montaña singular
Cuando miras la costa de Santa Cruz desde cierta distancia notas claramente las estructuras portuarias, las dársenas, los muelles, los diques para el atraque de los barcos, o las extensas explanadas dedicadas a los contenedores de mercancías. Estas infraestructuras apenas sobresalen unos metros del nivel del mar, sin embargo, llama la atención la presencia de una montaña de grandes dimensiones, justo a la salida de la ciudad en dirección sur, desencajada del perfil natural de la costa y carente de lógica geológica alguna. No es otra cosa que una montaña artificial, resultado de la acumulación de escombros y residuos orgánicos e industriales de todo tipo. Se utilizó este lugar como vertedero durante décadas creando un problema ecológico de notable magnitud justo a las puertas de la ciudad. El perímetro de la montaña actual es de 1,65 km y tiene unos 40 m de altura.
PALMETUM. Un jardín botánico de inspiración ecológica
Pues bien, a un gran problema una solución a su altura. Convertir nuestra montaña nada más y nada menos que en un jardín botánico. Eso es exactamente el Palmetum. Y su nombre hace referencia a que su principal colección de especies son las palmas o palmeras. Naturalmente no fue fácil. Sin duda habrá costado mucho esfuerzo y mucho dinero resolver problemas de toda clase. construcción de escolleras, eliminación de gases del interior de la montaña producidos por la fermentación de materia orgánica, creación de un suelo fértil, diseño, formación de colecciones, siembra, control de enfermedades y plagas, mantenimiento, etc. Después de muchos años el resultado que observamos es muy sorprendente y esperanzador.
¿Cómo visitar Palmetum?
Está situado en la parte más moderna de Santa Cruz, y te pueden servir de referencia lugares tan conocidos como el Auditorio, el Recinto Ferial, el Castillo de San Juan o el Parque Marítimo César Manrique, con quien limita. Tiene su propio aparcamiento, amplísimo y gratuito. Compras la entrada en las oficinas. Cuestan entre 6 y 1,5 €, dependiendo de si eres o no residente, jubilado, niño, etc. Por 50 céntimos puedes adquirir un folleto desplegable. Te lo recomendamos porque su contenido, que nos parece muy bueno, puede hacerte disfrutar mucho de la visita, especialmente si lo lees a medida que la haces. Esquemáticamente el recorrido tiene la forma de una Y griega. Tiene tres partes o rutas bien señalizadas por números y colores. Una parte común, la base de nuestra Y, señalizada con números del 1 al 4 y fondo verde, comienza con zona canaria, que asciende por una muy suave pendiente, donde veremos la flora más representativa de nuestro bosque termófilo: dragos, mocanes, tabaibas, cardones, etc., y sobre todo, las palmas canarias de nombre científico Phoenix canariensis.
La ruta azul
Nuestro brazo izquierdo del recorrido se centra más en aspectos botánicos de la colección, desarrollo de los ejemplares, especies en peligro, etc. Hay 15 lugares señalizados con nombres tan sugerentes como Baobab de Madagascar, El lago,
El Mirador del Caribe o el atractivo Octógono.
La ruta roja
El brazo derecho de nuestro recorrido nos sugiere algo que va más allá de lo puramente ornamental o estético, se trata de una colección de especies de valor económico. Otras 15 estaciones señalizadas con números sobre fondo rojo, con nombres tan elocuentes como Plataneras silvestres y caña de azúcar; Octógono: cacao, ratán, sombreros de Panamá; Palmera del Aceite.
Nuestros recorridos azul y rojo se entrelazan. Por momentos, tan extrañas y espectaculares especies y la conformación de sus hábitats hace que te sientas de repente como si estuvieses en otros lugares del mundo. Hawai, Melanesia, Nueva Caledonia, Madagascar, el Caribe son algunos de ellos. Tómate un descanso en los Miradores, para contemplar el océano, que es el Atlántico, y no el Pacífico como podrías creer al caminar entre un bosque de araucarias que se abalanza hacia el mar por un lado de la montaña.
La visita acaba de repente, pues abandonas el jardín utilizando un ascensor -o unas escaleras, si quieres- que se encuentra al final de una pasarela, y que en pocos segundos te devuelve a la base de la montaña. Despierta. Nos encontramos de nuevo en Santa Cruz de Tenerife. En las Islas Canarias.
Nota
Las palmeras, técnicamente pertenecen a la familia Arecaceae (Palmae). La forman más de dos mil especies propias de zonas tropicales y subtropicales húmedas. Tienen una gran importancia económica en todo el mundo, por sus frutos, dátiles, “miel” de palma, cocos, aceite, por su valor ornamental, interés científico y ecológico. Numerosos detalles y curiosidades sobre palmeras y otras especies del Jardín las puedes encontrar en el folleto explicativo de la visita.
Para terminar
Visitar el palmetum es una oportunidad, no solo de disfrutar de este bello Jardín Botánico, sino también de reflexionar sobre el grado de destrucción que hemos hecho a nuestros ecosistemas insulares. Los modelos de desarrollo no deben continuar creando para las actuales generaciones ni para las futuras, problemas ecológicos como el de esta desafortunada montaña. Lamentablemente desastres similares ha habido en todas las islas. Deberíamos pensar sobre ello.
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