Todos los canarios tenemos alguna presa en mente. En cualquiera de las islas las presas son siempre noticia, en particular tras un episodio de lluvias torrenciales. ¿Cogió agua tal presa? Con la sonrisa en los labios se dice que tal o cual presa se llenó. Y no es para menos porque, el gran tesoro de los campos y de las ciudades canarias no es otro que el agua. Siempre escasa, siempre cara, siempre de calidad desigual. Desde que el ser humano se aventuró en estas islas atlánticas la vida se resiente con la sequía, con la tradicional escasez de agua, especialmente en algunas de ellas.
- Dónde: Santa Cruz de Tenerife.
- Duración: Poco más de 30 minutos.
- Dificultad: Baja.
- Imprescindible: Protección solar y móvil con cámara. Descargar el track Descargar artículo en PDF
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Presas, charcas, balsas, estanques, pozos, aljibes, galerías, canales, tuberías, acequias, cantoneras, atarjeas, gavias, maretas, desaladoras, potabilizadoras, depuradoras, etc., son sustantivos habituales que deambulan consciente o inconscientemente por las páginas de nuestras microaventuras canarias.
Hoy te invitamos a un paseo por uno de esos lugares extraños y desconcertantes de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, lugar surrealista donde acabaron las ilusiones de muchos santacruceros que un día soñaron con un imaginario espejo de plata a las puertas de su ciudad: La presa de Los Campitos.

Cómo llegar
Los Campitos está a unos pocos kilómetros del centro de Santa Cruz. Se accede por la carretera de Los Campitos TF-111 que tiene unos 9 km y conecta Santa Cruz con Valle Jimenez y Valle Tabares. En los primeros tramos de la carretera te encuentras el Mirador de Santa Cruz, lugar en el que merece la pena detenerse, pues allí pueden contemplarse magníficas vistas de la cordillera de Anaga, el vuelo de los aviones hacia el aeropuerto de Los Rodeos, la entrada y salida de los barcos del puerto, la luminosa ciudad de Santa Cruz que ocupa el litoral próximo y asciende suavemente hasta unirse con la de La Laguna; el auditorio, la biblioteca, las torres de las iglesias y otros edificios emblemáticos. En el par de km que siguen desde el mirador, a mano izquierda, encuentras un Campo de Lucha Canaria -fijate en la montaña que está detrás-, poco después, algo oculta, a la derecha, está la pequeña iglesia de la Santa Cruz Verde, que mira hacia el mar. A continuación el Colegio Susana Villavicencio, grande y lleno de árboles, muestra en sus paredes una preciosa colección de pequeños murales, algo desteñidos, con motivos infantiles.

Otra forma de llegar es tomar la línea 912, en el Intercambiador, pero no pasa por el Mirador, sino que asciende por la urbanización Ifara y tiene parada en el Embalse de Los Campitos.
Si has venido en coche debes abandonar la carretera TF-111 y entrar en la pista de la presa, donde es fácil dejar el coche para dar un paseo por los alrededores.

La Presa
Lo primero que llama la atención, si vienes por primera vez, es que la presa está vacía. Es decir, totalmente vacía. y es que se trata, de una presa defectuosa y al parecer inservible, construida sobre terrenos permeables incapaces de retener el agua.

El muro de la presa sobrepasa un metro el nivel de una pista ancha y cerrada por una valla, que une los dos lados del barranco por la que puedes caminar sin peligro. A su vez, sobre este muro, hay una valla metálica roja. Si quieres asomarte, hazlo al principio o al final, -mide 233 m-, pues la sensación de vértigo es más llevadera. Aquí puedes contemplar una magnífica plancha de hormigón, dividida en sectores rectangulares. Este extraordinario plano inclinado podría inspirar las leyes del movimiento de los cuerpos, como hizo Galileo o tal vez la geometría analítica de Descartes. Al poco tiempo de andar por este lugar tal vez te encojas de hombros e incluso vuelvas tus manos hacia el cielo preguntándote el significado de tal despropósito. Tu curiosidad te lleva a observar el fondo donde se aprecia una especie de cubo con techo abovedado, por donde debía extraerse el agua de la presa. También se observa claramente el aliviadero -roto para pasar una tubería- que se continúa en un canal de hormigón que desciende superficialmente hasta el cauce del barranco. Es el momento de adentrarse en la pista de la presa que la bordea en gran parte del perímetro. Pasear por aquí es realmente agradable, más en primavera, como es el caso, pues encuentras gran cantidad de especies vegetales, de las que te ofrecemos una muestra en las fotografías. La vistosidad de las flores te hacen recordar fácilmente los cuadros de los impresionistas franceses.

La pista da acceso a algunas viviendas que hay en la zona, pero sobre todo es usada por vecinos para caminar, correr o pasear a sus perros. La pista se interrumpe en una valla que impide el acceso de automóviles, pero se puede continuar hasta las afueras de un estanque de abasto de aguas de Santa Cruz. Es posible rodear la presa completamente aunque con precaución y volver al punto de inicio en poco más de media hora. De todas formas no es necesario hacerlo para disfrutar del lugar. Eso sí, está prohibido utilizar la presa para cualquier deporte de riesgo.

¿Un despropósito ecológico?
Parece que sí. ¿Por dónde empezar? Por la destrucción de montañas que ahora hay que sujetar con mallas de acero. Por la construcción de interminables canales y tuberías que se extienden isla adentro. Por un movimiento enorme de tierras, empujadas barranco abajo. Por su fracaso. Por el desorden y el abandono. Por su inutilidad. Por su costo. Por la frustración de un sueño.
Cabe pensar que hemos aprendido algo. Pero sinceramente lo dudamos.
La presa de Los Campitos es sin duda un buen motivo para estudios universitarios en los ámbitos de la ecología, la ingeniería, la arqueología industrial y muchos otros.
No todo se ha perdido. En la cola de la presa se ha construido un gran depósito para aguas que proceden de una desaladora; un campo de fútbol -abandonado por cierto-, un club de tenis muy concurrido, con cinco pistas de tierra batida, un campo de lucha canaria…, También es un lugar donde pasar un rato y reflexionar sobre el descuido y negligencia con la que tradicionalmente tratamos a nuestras queridas islas. Quién sabe si con el tiempo aparece de nuevo otro genio como Galileo o Descartes y nos diga cómo vivir responsablemente en ellas sin destruirlas.

Algunos datos
La presa se construyó aproximadamente entre 1970 y 1975. Costó centenares de millones de pesetas.
El tipo de presa es de materiales sueltos con pantalla de hormigón y tiene 233 m de longitud y unos 54 m de altura desde los cimientos. La capacidad es de 570 millones de metros cúbicos.
Referencias
- Aquí es posible encontrar notas de prensa relativas a la construcción de la presa.
- Las ortofotografías son un montaje de capturas de pantalla obtenidas de IDE Canarias
- El resto de fotos son del autor
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