La Botija es otro de los pequeños volcanes que salpican el sector oeste del Parque Nacional del Teide. Su apariencia, más bien plana y en forma de gran duna, a penas destaca en el paisaje rodeado de los colosos Pico Viejo y Teide, pero es justo detrás de la Montaña de La Botija donde se esconde una de las vistas volcánicas más salvajes de toda la isla de Tenerife.
- Dónde: Parque Nacional del Teide, Tenerife.
- Duración: 2 horas y media.
- Imprescindible: Protección solar, gorra o sombrero. Calzado de montaña y algo de abrigo incluso en verano. Descargar el track Descargar artículo en PDF
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La Montaña de La Botija, también conocida con el nombre de Volcán de la Botija, no se presenta como una cima especialmente destacable por su dificultad técnica, ni si quiera por su apariencia de montaña, al estar casi integrada en el perfil del terreno. Sin embargo, su ascenso está lleno de contrastes solo apreciables desde la cercanía y se realiza con suavidad, proporcionando una experiencia sorprendente a cada paso del camino.

Nos encontramos en el Parque Nacional del Teide, en el sendero PNT-13 Samara para completar una ruta circular de algo más de cinco kilómetros y unos 300 metros de desnivel positivo. El trayecto es fácil, aislando los componentes especiales de la meteorología que siempre puede complicar cualquier plan en la alta montaña.
Ruta circular llena de contrastes en el paisaje
Tras visitar cima de Montaña Samara al inicio del sendero, nos adentramos entre los último ejemplares de pino canario del Pinar de Chío y comenzamos el ascenso por una cómoda senda de cenizas volcánicas. Es al final de la subida cuando el suelo se endurece y la apariencia noble y pacífica de la Montaña de La Botija se transforma por completo, tras acceder a su cráter para continuar los metros finales ascendentes hasta su punto más alto, situado a 2.121 metros de altitud.
Conforme abandonamos el pinar pasamos de la fina ceniza volcánica al duro picón, donde las paredes del cono del Volcán de La Botija se vuelven completamente verticales y puntiagudas según la rodeamos. La transición de una gran duna a picudas rocas volcánicas es repentina y justo después de hacer cima nos encontramos con un paisaje volcánico virgen, salvaje y agresivo capaz de asombrar a los aventureros de montaña más experimentados.
Boquiabiertos tras llegar a la cima de la Montaña de La Botija
El ascenso ha sido fácil, completado en algo menos de 45 minutos a paso lento, parando para hacer fotos y algunas tomas de vídeo. Al llegar a la cima impresiona echar la vista atrás y divisar la Montaña Samara y los diminutos pinos que han quedado a nuestras espaldas, con el mar de nubes invadiendo el macizo de Teno y la isla de La Gomera en el horizonte. Pero lo más inesperado está por llegar.

Tras descender unos pocos metros por detrás de la Montaña de La Botija nos encontramos de lleno con uno de los paisajes volcánicos más impresionantes de Tenerife. En primer plano, la enorme grieta de Montaña Reventada, custodiada por el imponente complejo Teide – Pico Viejo y enormes coladas volcánicas que se retuercen entre las montañas y se superponen unas sobre otras en una imagen que bien podría ser extraída tanto de una pintura como de otro planeta.

Aquí hemos estado tanto en verano como invierno, admirando los cambios que las estaciones ejercen sobre el mismo paisaje. Las manchas blancas de las nieves el invierno suavizan el agresivo paisaje que nos encontramos en el verano, dos imágenes que sin duda plantearían la existencia de dos lugares completamente diferentes.



Continuando nuestro rodeo a la Montaña de La Botija pronto llegaremos al punto más alto de la ruta, donde un cruce caminos nos invita a conectar con la subida al Volcán Pico Viejo, el mirador de las Narices del Teide o completar el círculo de nuestro camino propuesto para esta microaventura. En nuestro descenso seguiremos bordeando la montaña, ahora diferente por su otra vertiente. Ahora nos nos acompañan gigantes ríos de lava sólida y el mar de nubes en el horizonte antes de volver a adentrarnos en el pinar y finalizar la microaventura en el punto de partida.

Más microaventuras entre los volcanes del Parque Nacional del Teide
La suerte de vivir cerca del Parque Nacional del Teide permite disfrutar de innumerables microaventuras entre sus volcanes. En esta microaventura es posible conectar con las ya mencionadas Montaña Samara y la ascensión al Volcán Pico Viejo con vivac, así como disfrutar del paisaje marciano de las Minas de San José o la inmersión dentro de los laberintos de lava de la Montaña Rajada a pocos kilómetros.
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