Volvemos una primavera más a este paraje del interior de la isla de Gran Canaria, recorriendo una ruta que nos lleva desde la Caldera de los Marteles hasta el Rincón de Tenteniguada, a través de un mar de tajinastes en flor.
- Duración: Unas 2 horas de caminata a ritmo pausado.
- Dificultad: Baja. Descargar el track Descargar artículo en PDF
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Atravesando una explosión de color
Hay lugares de nuestras islas que literalmente renacen cada primavera. Son espacios en los que la llegada del buen tiempo y los días cálidos provocan un cambio de paisaje casi instantáneo. Un manto verde aparece de pronto sobre el suelo y este se cubre a su vez de infinitas pinceladas de color, en especial si el invierno ha sido generoso en lluvias. Uno de estos lugares elegidos es el entorno de la Caldera de los Marteles, en cuyos alrededores florece el tajinaste azul.
Ya hemos estado aquí en el pasado y te hemos mostrado la fuerza de la primavera que reina en la Ruta del Tajinaste Azul. Volvemos hoy con la intención de conocer mejor este enclave, adentrándonos en las profundidades del barranco. Nuestra intención es transitar a lo largo del sendero que lleva desde la Caldera de los Marteles hasta el Rincón de Tenteniguada.
En el camino
Nos recibe un día de calima y calor, de cielos blanquecinos y aire enrarecido. Pero estas circunstancias climatológicas apenas restan espectacularidad al paisaje que se abre ante nosotros, a poco que dejamos atrás los primeros metros.
Iniciamos el recorrido en la zona de aparcamiento de la Caldera de los Marteles, desde donde comenzamos el descenso, en ocasiones pronunciado, a través de un sendero bien señalizado y sin posibilidad de pérdida.
Nuestro destino es el barrio conocido como Rincón de Tenteniguada, aunque en esta ocasión más que nunca se cumple el tópico de que “el camino es el destino”.
Poblaciones de tajinastes en plena floración despliegan ante nosotros un amplio abanico de tonalidades entre el rosa y el violeta. Una marea de color con la que compite el resto de vegetación en floración: amarillos vivos, intensos rojos, naranjas y lilas completan la paleta de colores de estes espectáculo visual. Se nos ocurre que la escena podría haber cobrado vida a partir de un dibujo creado por un niño de corta edad con una caja de creyones a mano.
Recorremos los más de 700 metros de desnivel negativo, a veces por terreno firme, otras por tramos de tierra suelta, pero sin mayor complicación, y en un par de horas llegamos a el Rincón de Tenteniguada.
Por el camino hemos coincidido con nutridos grupos de excursionistas, tanto en sentido bajada como ascendiendo hacia la caldera. No es de extrañar. Es fin de semana, pero sobre todo es primavera, y eso aquí, en el hogar del tajinaste azul, asegura cierto bullicio.
Cómo llegar
Llegar al punto de partida de esta ruta no tiene ningún tipo de complicación. La salida, como te hemos dicho, es el aparcamiento de la Caldera de los Marteles.
Tienes varias alternativas para llegar desde la capital. Quizás la más conveniente sea la que te lleva en dirección sur hasta la localidad de Telde, y a partir de ahí hacia Cazadores y finalmente La Caldera.
Te dejamos indicado en el mapa la localización exacta. Además tienes a tu disposición el archivo en formato GPX de la ruta que hemos realizado. Un recorrido a pie de 6 km, entre la Caldera de los Marteles y el casco de Tenteniguada.
De tajinastes y otras rutas por la zona
En los alrededores hay más microAventuras a tu disposición. Te recomendamos otras dos rutas a las que puedes acceder desde el mismo lugar: la del Barranco de los Cernícalos y la visita a la Cruz del Navegante.
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