Hoy te traemos un plan diferente. Uno de esos que apetece ahora que se acerca el verano. Y es que nos acercamos al mar a disfrutar de un espectáculo sin igual. Una experiencia de avistamiento de delfines en Tenerife, en las proximidades del sobrecogedor paraje de los acantilados de Los Gigantes.
- Dónde: Santiago del Teide.
- Dificultad: Baja.
- Imprescindible: Bañador y prismáticos. Descargar artículo en PDF
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Los Gigantes
El escenario de nuestro periplo no es otro que la franja marina que separa a las islas de Tenerife y La Gomera. Son muchos los atractivos que ofrece al visitante todo el entorno: desde bulliciosas playas, a ensenadas aún salvajes, como la de Diego Hernández o rocambolescas formaciones rocosas moldeadas por el embate de las olas, como la Cueva de la Vaca. Pero quizás el más impresionante de todos ellos sea el que nos regala el acantilado de Los Gigantes.

Este acantilado, está conformado por una larga sucesión de impresionantes estructuras de basalto. Montañas que se precipitan en caídas vertiginosas hacia el mar y a lo largo de buena parte de la costa, haciendo justo honor a su nombre.
Aunque es posible disfrutar de la belleza de este accidente geológico desde tierra, a orillas de la localidad del mismo nombre, las visión más espectacular es sin duda la que se tiene desde el mar, donde nos situaremos al pie de sus enormes paredes de hasta 600 metros de altura.

Es aquí, en la superficie del Atlántico, bajo el suave vaivén de las aguas en calma del oeste, donde el espectáculo geológico se torna en invitado permanente a un show aún más impresionante. El que nos ofrece la zona de especial conservación (ZEC) conocida como Franja Marina Teno-Rasca.
Teno-Rasca y nuestra microAventura marina
La Franja marina Teno-Rasca, que comprende una superficie de casi 70.000 hectáreas de litoral, recorre todo la costa oeste de Tenerife. Es parte de la Red Natura-2000, iniciativa europea que persigue la supervivencia a largo plazo de las especies y hábitats naturales más amenzados de Europa.
Nosotros hemos venido a visitar a unos de sus más afamados inquilinos, los cetáceos. No en vano es más de una veintena el número de especies que frecuentan estas aguas.

Nos embarcamos en un paseo en barco para ver delfines, uno de los muchos que parten desde los muelles de la costa sur, entre ellos el de Los Gigantes o Puerto Colón.


Salimos temprano. El día está algo nublado, extraño por estas latitudes, pero ideal para pasar una jornada en el mar. Partimos junto a un variopinto grupo de visitantes en cuyas caras se refleja la ilusión por cumplir el sueño de ver cetáceos en su hábitat natural. Estamos de suerte, pues la zona garantiza con altísima probabilidad los avistamientos. La razón no es otra que la existencia de poblaciones residentes de ballena piloto, también conocida como Calderón tropical (Globicephala macrorhynchus) y de delfines mulares (Tursiops truncatus).
Tras apenas unos minutos de navegación se oyen los primeros gritos. A la voz de “allí, allí” divisamos algunos ejemplares. Poco a poco vamos “haciendo ojo” y en nada vemos nuevos grupos aquí y allá. Todo un espectáculo que nos mantiene largo rato entretenidos.




Nos acercamos lo justo, pues las embarcaciones son muy respetuosas con los animales, y atendemos con interés las amables explicaciones que nos ofrece la tripulación. Aprendemos sobre como reconocer las distintas especies, descubrimos que es posible, aunque difícil, ver surcar estos mares a orcas, e incluso ballenas azules, y que todo ello es gracias a las particulares características de este mar. Cálido, en calma, profundo. Tan profundo como la huella que ha dejado en cada uno de nosotros esta experiencia.





Dejamos atrás a los cetáceos y nos acercamos hacia la costa, pues apetece ahora probar la calidez de las aguas canarias con un delicioso baño. Tras el merecido chapuzón regresamos a puerto, con la satisfacción de haber cumplido un sueño y la esperanza de poder repetirlo en el futuro.
Sobre la observación sostenible
En ocasiones es difícil compaginar el desarrollo turístico con la conservación de los hábitats naturales sensibles. Por suerte no es el caso de la actividad de observación de cetáceos en aguas canarias. Esta se encuentra reguladas por normativa específica, tanto nacional como insular, destinada a salvaguardar el entorno y las especies que lo habitan.

Otros planes en el sur de Tenerife
Si estás por esta zona de la isla debes saber que, además de disfrutar de un espléndido paseo en barco para ver delfines y otros cetáceos a los pies de los majestuosos acantilados de Los Gigantes, tienes otras opciones cercanas para conocer lugares espectaculares de la isla, entre ellos el Roque de Imoque, el Barranco del Infierno o el Barranco de Masca.
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