El Roque Nublo es, sin duda alguna, el icono natural por excelencia de la isla de Gran Canaria. En cuestión de comparaciones, odiosas pero necesarias, este monumento natural puede considerarse como el homólogo de El Teide en Tenerife para Gran Canaria, un espacio natural imponente que dibuja el carácter de la silueta isleña de una manera inconfundible, desde cualquier lugar del que se mire, hasta donde se puede llegar por un interesante y sencillo sendero.
- Dónde: Cumbre de Gran Canaria, en el municipio de Tejeda.
- Duración: Una hora y media en ida y vuelta, más el tiempo que te detengas a disfrutar del paisaje, hacer fotos y reflexionar en la cima 😉
- Dificultad: Sencilla, aunque la pendiente de algunos tramos es muy elevada y deberás prestar atención al camino tanto al subir como al bajar. Descargar artículo en PDF
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El Monumento natural del Roque Nublo es un gran bloque de roca de 80 metros de altura desde su base, con una elevación de 1.813 metros sobre el nivel del mar, a escasos 136 metros de diferencia con la cumbre más alta de la isla, el Pico de las Nieves, situado a 1.949 metros.
Existe debate y ambigüedad, a raíz de las últimas mediciones proporcionadas por los avances científicos más recientes, que sitúan el punto más alto de Gran Canaria en el Morro de la Agujereada, a 1.956 metros de altura (Fuentes: Wikipedia, Canarias 7).
Dejando a un lado pequeños matices por pocos metros de diferencia y debates que no restan belleza al entorno de la cumbre de Gran Canaria, la importancia del Roque Nublo no es tan solo una cuestión de altura, pudiendo ser el segundo o el tercer punto más elevado de la isla, sino también de más elementos que convierten a este lugar en único. Se trata de una maravilla de la naturaleza para disfrutar de una microaventura comparable con un paseo por el cielo de la isla.
Como muestra de ello, es imposible no distinguir la silueta del Roque Nublo desde el aire, y en mi caso es irresistible fotografiarlo desde el avión en cada viaje entre las islas de Tenerife y Gran Canaria.
Un poco de historia
El Roque Nublo se encuentra ubicado en el parque rural del Nublo, situado en pleno centro geográfico de la isla. Se trata de los restos erosionados de una enorme roca volcánica originada durante el segundo ciclo eruptivo de los tres que formaron la isla de Gran Canaria, que constituyó uno de los principales lugares de culto de la población aborigen en la antigüedad y que el paso del tiempo ha moldeado hasta darle la forma de bloque vertical de 80 metros de altura, tal y como lo vemos en la actualidad (Fuente: Wikipedia).
Actualmente, el Roque Nublo domina los cielos de la isla en un entorno incomparable, perfectamente accesible y transitable para todo tipo de visitantes a través de un paisaje impresionante de roca, pinos y altas paredes verticales con vistas impresionantes al vacío.
Preparados para la microaventura: cómo llegar
Es posible llegar hasta el Roque Nublo de muchas maneras, a través de múltiples senderos que atraviesan la zona partiendo desde diferentes puntos. La forma más corta y sencilla de acceder, apta para todos los públicos, es a través del sendero PR GC-60, al que llegaremos conduciendo por la carretera GC-600.
Parando en el aparcamiento de la Degollada de La Goleta, una vez estacionados, cruzando la carretera encontraremos el mirador de La Goleta, desde el que ya podremos disfrutar de una impresionante vista del Roque Nublo sobre el pinar. Por cierto, ¿puedes ver al fraile en la siguiente foto? (Sigue leyendo y más adelante tendrás otra oportunidad de verlo con más claridad)
Si decides continuar, justo en el borde de la carretera encontrarás un ‘autobar’ en el que comprar agua y algo de comida. Si no lo habías previsto, este es el momento necesario (y obligatorio) de hacerlo, ya que el camino es en ascensión, con alguna pendiente fuerte y una parte final totalmente desprotegida del sol.
Unos metros más adelante veremos un camino escalonado de hormigón, que en poco se convertirá en el sendero que se adentra en la montaña por el mencionado PR GC-60 para coronar nuestro objetivo, el Roque Nublo.
Ascensión por el sendero del Roque Nublo, un camino de contrastes y vistas de vértigo
Nuestro camino comienza con una suave ascensión a través del pinar, que poco a poco irá incrementando la pendiente al mismo tiempo que el relieve se acentúa, hasta llegar a la llanura de la base del Roque Nublo.
El inicio es muy agradable, cubiertos por la sombra que proporcionan los pinos entre las laderas, iremos ganando altura serpenteando la montaña hasta que empezamos a notar más distancia entre los árboles. Durante todo el camino, entre las ramas, una vista del Roque Nublo cada vez más grande nos irá indicando que nos estamos acercando.
No hay que confiarse, una vez salimos del pinar la superficie cambiará completamente y estaremos caminando al descubierto sobre una superficie de roca dura, mientras la pendiente alcanza su mayor desnivel en los metros finales. Si hace calor, como el día que subimos nosotros, el tramo final se hace duro y el uso de gorra o sombrero es esencial (y además agradecerás haber llevado agua o no haber dejado pasar la oportunidad de comprarla en el mirador)
Antes de llegar al final del camino, aquí tienes otra oportunidad de disfrutar de las vistas de la caldera de Tejeda junto a El Fraile, con el Pico de las Nieves al final:
Un paseo alrededor del Roque Nublo por el cielo de Gran Canaria
Finalizado el último tramo de elevación, llegaremos a una gran llanura elevada, conocida como la base del Roque Nublo. Se trata de una gran extensión plana sobre la que se asienta el gran Roque Nublo, por la que es fácil caminar con tranquilidad.
Dando una vuelta por la zona, desde la base del Roque Nublo tendremos diferentes puntos de vista (y múltiples opciones de fotografía) de la isla de Gran Canaria. El lugar es un auténtico mirador que ofrece una vista 360 grados y un asiento con espectaculares vistas a la naturaleza en cada borde, un sitio en el que parar a comer y descansar ante la inmensidad, el silencio o la conversación de tu acompañante (y una vez más, agradecerás haberte provisto de agua y comida).
Si nos acercamos al propio roque, cada mirada impresiona por la verticalidad del paisaje. Además de los 80 metros de altura del propio edificio del Roque Nublo, si nos asomamos con cuidado a cualquiera de los bordes de la explanada tendremos unas vistas impresionantes, no aptas para quienes padecen de vértigo. Pero seguro que, donde te detienes más tiempo observando, es en la gran escala de la naturaleza al lado del tamaño insignificante de las personas.
Con un poco de suerte, si el día está despejado la microaventura terminará con una impresionante vista de El Teide coronando la isla de Tenerife, momento perfecto para la reflexión antes de emprender el camino de vuelta.
Si no es demasiado tarde, te dará tiempo de otra microaventura en la que tendrás la oportunidad de volver a ver el impresionante Roque Nublo, esta vez desde otro punto de vista conocido como la ventana del Nublo. Si es al atardecer mejor, ya que se trata de otra parada fotográfica obligatoria con una composición indiscutiblemente canaria.
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