Uno de los mayores placeres para la vista, si vives en un archipiélago, es poder observar tus islas vecinas desde las alturas. En esta ocasión subimos a la «Ventana del Nublo», en la cumbre de Gran Canaria, para «asomarnos» y echar un vistazo.
- Dónde: Cumbre de Gran Canaria - Tejeda.
- Duración: Una hora y media aproximadamente, más lo que te entretengas disfrutando del paisaje.
- Dificultad: Sencilla, aunque algo de pendiente al principio como te hemos contado. Descargar artículo en PDF
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La «Ventana del Nublo»
La «Ventana del Nublo» es una formación rocosa natural con forma de arco localizada en el municipio grancanario de Tejeda.
Hay que decir en este punto que son múltiples los arcos de piedra que hay en las inmediaciones del Parque Rural del Nublo, por lo que, en realidad, existen muchas «Ventanas del Nublo». Según nuestra cuenta podemos encontrar hasta cinco.
La más conocida es probablemente «La Gañifa», por su ubicación estratégica desde el punto de vista fotográfico. Seguro que has visto en más de una ocasión una fotografía con el Roque Nublo y el Teide al fondo, visto a través de ella.
El resto de «ventanas» también son merecedoras de una visita, si bien el grado de dificultad de los caminos hace que unas de ellas sean más accesibles que otras.
En esta microAventura nos disponemos a «asaltar» la conocida como «Ventana del Nublo» (muy original ¿no?), pues se trata de una caminata sencilla y de corta duración.
Dejaremos para otra ocasión la visita a «La Gañifa» y «La Agujereada», y quizás en un futuro hagamos una ruta por «El Ojo del Cocodrilo» y «La Ventana del Cuchillón», completando la «ruta de las 5 ventanas».
El destino y como llegar
Para llegar al arco hay que hacer una pequeña caminata que parte de las inmediaciones del área conocida como Llanos de la Pez, en Tejeda. Se trata de un trayecto de aproximadamente unos 2 km hasta el arco. Eso sí, el inicio es algo pendiente, por lo que nos llevará al menos hora y media hacer el trayecto completo de ida y vuelta.
El lugar exacto al que nos dirigimos está aquí:
Un buen lugar para dejar el coche es una zona recreativa de nombre «Área recreativa de Bailico», muy cerca del inicio del camino.
Una vez pertrechados, andamos un pequeño trecho por el margen de la carretera, dejando a la izquierda el área recreativa, hasta encontrar el inicio del Camino de Santiago, o Ruta de la Plata. Es el comienzo de nuestro recorrido.
El camino está bien señalizado y, tras un trayecto de subida y algo más de media hora de caminata encontraremos un desvío que indica «Ventana del Nublo».
Ya casi estamos. Dejamos el camino principal y seguimos las indicaciones subiendo hacia la derecha. Al poco vislumbraremos un llano de roca y el ansiado arco al fondo.
Fotografiando el atardecer
El arco en sí llama la atención, pues es prácticamente el único elemento visible en el horizonte mientras nos acercamos. Sin embargo, lo mejor está por llegar…
Una vez alcanzada la cima, se descubre ante nosotros un espectacular paisaje. Riscos de todo tipo, barrancos de profundidad infinita surcados por serpenteantes carreteras y el verde del pinar, adornan un espectáculo visual presidido por el Roque Nublo y el Teide en el horizonte.
Nosotros llegamos al atardecer, con el fin de aprovechar la suave luz de la tarde para hacer fotografías en este lugar dónde las posibilidades son casi infinitas. El Sol se ponía tras las montañas iluminando las nubes a su paso, creando un juego de luces y sombras verdaderamente hermoso.
A la espera de que cayese la noche, pasamos largo rato deambulando por el lugar, curioseando alrededor del arco y dirigiendo la mirada hacia otros horizontes, no tan llamativos a esa hora de la tarde.
Ya con el sol puesto llegaron las esperadas «hora dorada» y «hora azul». La luz del crepúsculo, tan ansiada por los fotógrafos. Aquí el escenario cambió. Los últimos rayos de sol dejaron paso a tonalidades pastel y a un aura de luz sobre el horizonte. Ésta débil luz resaltaba la silueta del Roque Nublo y de la vecina isla de Tenerife y su omnipresente monte Teide.
Con la satisfacción de haber completado nuestra microAventura tomamos el camino de regreso, ya de noche, admirando un cielo que comenzaba a plagarse de estrellas.
La Cumbre y los incendios
En el momento de escribir estas líneas ha pasado ya un tiempo desde nuestra visita. Entre medias nos ha sorprendido la trágica noticia del devastador incendio que recientemente ha afectado la zona, quemando casi 10.000 hectáreas de pinar.
Sirvan estas líneas para recordar lo precavidos que debemos ser siempre, pero especialmente en verano, al transitar por nuestros montes, evitando a toda costa acciones que puedan desembocar en este tipo de desgracias.
Las vistas desde la «Ventana del Nublo» hoy probablemente no sean las mismas, pero sin duda la fortaleza del pino canario hará que todo vuelva a ser como antes más pronto que tarde. Volveremos para comprobarlo.
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