Si eres como nosotros, un asiduo visitante del Parque Nacional del Teide, habrás pasado infinidad de veces ante un cartel que reza «Pico de las Flores» pero… ¿Te has parado alguna vez allí? Visitamos hoy esta suerte de antiguo mirador, localizado en un enclave que la bruma acaricia con frecuencia en su viaje de norte a sur.
- Dónde: El Rosario.
- Duración: El trayecto a pie apenas 10 o 15 minutos.
- Dificultad: Baja. Ligero paseo, corto y sin dificultad alguna.
- Imprescindible: Lleva algo de abrigo. La bruma puede sorprenderte sin que lo esperes. Descargar artículo en PDF
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De como nace una microAventura
Es un día cualquiera, de esos en los que estás de vacaciones pero no tienes ningún plan, más allá de quedar con familia o amigos y hacer algo. Si nos lees con frecuencia sabes bien que este es el escenario más propicio para una microAventura. Buceamos en nuestra memoria en busca de esa lista infinita de lugares pendientes, sitios que por una razón u otra siempre hemos querido visitar. Es entonces cuando nos viene a la cabeza el Pico de las Flores, más concretamente un cartel. Una señal al borde de la carretera TF-24 que hemos dejado atrás una y otra vez, en nuestras innumerables visitas al Parque Nacional del Teide.
El trayecto desde la capital hasta el Teide es relativamente largo – al menos en la escala de distancia de un habitante de las islas – y uno siempre busca referencias para saber si falta mucho o poco para alcanzar el destino. Este Pico de las Flores es una de ellas, que nos indica, sobre todo durante el regreso, que la mayor parte del trayecto desde las Cañadas ha quedado ya atrás. «¿Qué habrá allí?», «un día tenemos que ir», nos repetimos constantemente…
Un paseo por el Pico de las Flores
Decididos a saciar nuestra curiosidad tomamos una vez más el tan conocido trayecto que nos lleva desde Santa Cruz hasta la cumbre de la isla, esta vez, por fin, con el Pico de la Flores como destino final.
El Pico de las Flores es una especie de antiguo mirador. Una construcción elevada de piedra, de planta circular, rodeada de escalones en parte de su perímetro, que está ubicada en una zona relativamente alta de la montaña. Las vertientes norte y sur de la isla quedan a ambos lados del promontorio aunque la vegetación que lo rodea apenas deja disfrutar de las vistas.
El Pico debió ser en el pasado un excelente mirador, en tiempos en los que probablemente estuvo bien mantenido y no en el estado de abandono que se encuentra en la actualidad.
El lugar, como tantos otros que visitamos, nos produce sensaciones encontradas. De un lado cierta tristeza y nostalgia, de otro una profunda sensación de paz y sosiego. El paseo hasta llegar, que transita por una ancha pista de tierra, atraviesa una bonita zona de pinar. El silencio y la niebla se asocian para crear una atmósfera especial, apenas interrumpida de cuando en cuando por tímidos rallos de Sol.
Llegamos hasta el hito de piedra, deambulamos por el entorno, nos asomamos entre los arbustos tratando de descubrir a lo lejos la ciudad de La Laguna, los montes de Anaga y el mar. Tomamos el camino de vuelta y descubrimos que éste enlaza con otros senderos. Pistas forestales que recorren los montes de la Esperanza y que nos invitan a adentrarnos en el bosque, ya en otra ocasión.
Cómo llegar
El Pico de las Flores se encuentra a unos cientos de metros del margen de la carretera TF-24, que da acceso al Parque Nacional del Teide. Poco después de sobrepasar el kilómetro 13 encontrarás el cartel que indica el lugar. Puedes aparcar unos metros después, en el margen derecho, o algo más adelante, entrando en una pista que sale desde el lado izquierdo de la carretera. A partir de ahí el trayecto a pie hasta el Pico de las Flores te llevará apenas 10-15 minutos. El camino está bien señalizado y no tiene pérdida.
Es esta microAventura al Pico de las Flores un estupendo paseo, una agradable experiencia en plena naturaleza, que saldrá redonda si la unes a un bocata y buena compañía.
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