Una Vuelta por el Alto de Guamaso

Existen lugares próximos por los que pasamos con mucha frecuencia y sin embargo apenas reparamos en ellos. Descubrirlos es la escencia de las microAventuras, y es lo que nos ha ocurrido a nosotros con el Alto de Guamaso.

Alto de Guamaso

El Alto de Guamaso es un cono volcánico situado en el Parque Nacional del Teide. Está localizado muy próximo a la carretera TF-24, en las cercanías de la zona conocida como «El Portillo», a las faldas del Pico del Teide.

Al contrario de lo que su nombre podría invitar a pensar, se trata de un promontorio no excesivamente alto, rodeado por uno de los senderos oficiales del Parque Nacional, en concreto el sendero nº 14.

El trayecto, de apenas 3 km de duración, es un recorrido con dos variantes, una de ellas circular. El camino bordea la montaña por una parte y, en una determinada sección, transita por el mismo interior del cráter. De suave pendiente, el sendero es técnicamente sencillo, por lo que es una pequeña excursión recomendable incluso si vas con niños.

Se trata sin duda de una microAventura para la vista, pues rodear esta montaña permite descubrir escenas de vértigo sobre el Valle de la Orotava y, si el mar de nubes lo permite, una amplia franja de la costa norte de Tenerife.

La isla de La Palma es visible con frecuencia al noroeste, con sus dos «lomas» asomando sobre las nubes con apariencia de mujer dormida. El omnipresente monte Teide luce algo distinto visto desde una perspectiva menos habitual. Por último, al fondo, tras la silueta de Montaña Blanca, se adivina el Alto de Guajara, imponiendo sus más de 2.700 m de altitud al otro lado de la caldera.

Cómo llegar al Alto de Guamaso

Como te decíamos, el lugar es fácilmente accesible pero no por ello especialmente conocido. Probablemente su cercanía a la zona del Portillo, donde es posible tomar un refrigerio después de un largo trayecto hasta Las Cañadas, sea la razón por la que los visitantes apenas reparen en la existencia de este lugar.

Para acceder al sendero hay que recorrer la carretera TF-24 en dirección El Teide hasta algo después del km 42. Encontrarás entonces un aparcamiento en el margen derecho, justo cuando la carretera atraviese un pequeño desfiladero de rocas. Te lo dejamos indicado en el mapa.

Tras aparcar, verás en las inmediaciones un cartel informativo y el comienzo del sendero nº 14.

El trayecto habitual consiste en bordear el Alto de Guamaso en sentido antihorario, de modo que, si lo deseas, antes de volver al punto de partida puedes tomar un desvío que te lleva hasta El Portillo.

Tras avanzar unos cientos de metros, la senda comienza a ascender ligeramente, a medida que vamos bordeando el cono volcánico.

Una vez hemos caminado un trecho, el trayecto se introduce en el propio cráter del volcán, para después abandonarlo por la cara norte, como si le hubiésemos dado un bocado de 90º a la circunferencia que lo conforma.

Tras abandonar el interior del volcán, el sendero continúa bordeando la montaña, revelando ante nosotros, primero el Teide, y luego Las Cañadas, hasta volver a la propia carretera por la accedimos al lugar.

El tramo final, ya en bajada, abandona el volcán para llegar hasta el punto de partida, atravesando en el camino un «Tagoror» ubicado en su base.

Como seguramente sabrás, «Tagoror» es un término aborigen empleado para designar lugares de reunión de los antiguos habitantes de Tenerife. Desconocemos la razón por la que existe tal lugar aquí, pues es evidente que se trata de una construcción moderna. En cualquier caso es un sitio ideal para descansar y tomar un trago de agua antes de dar por terminada la caminata.

Un amanecer en las alturas

Desde nuestro descubrimiento del Alto de Guamaso, hemos visitado el lugar en varias ocasiones. La última de ellas en busca de un amanecer a las faldas del Teide.

Llegar a este lugar para ver el amanecer lleva aparejado un madrugón importante, pero podemos garantizarte que la experiencia vale la pena.

Es además sorprendente la vida que puede haber en un lugar tan aparentemente desértico cómo este. Desde escarabajos hasta cernícalos, pasando por conejos y los podencos de los cazadores en plena faena, la actividad en el parque nacional a estas horas de la mañana es casi frenética.

El tagoror y la fotografía nocturna

El tagoror de los guanches era lugar de reunión, de charla, y nosotros hemos aprendido a darle el mismo uso. No en vano el tagoror del Alto de Guamaso ha sido nuestra «base operativa» para fotografía nocturna en varias ocasiones. Por un lado proporciona un lugar cómodo en el que estar, con varios elementos naturales alrededor que dan juego compositivo desde el punto de vista fotográfico. Por otro está relativamente guarecido del viento, un elemento este último que puede hacer imposible estar a la intemperie en las alturas.

Te dejamos aquí algunas instantáneas nocturnas obtenidas desde el lugar.

Observar el firmamento en la oscuridad de la noche, en silencio y sentado con una taza de café caliente en la mano es una sensación indescriptible que, si no has vivido nunca, te invitamos a que pruebes. ¡No te arrepentirás!.