Nos hemos ocupado en varias ocasiones de algunas conocidas expediciones en las que las islas Canarias han sido unas veces punto de partida, escala ineludible o incluso punto de destino.
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Escribimos sobre los viajes de los conquistadores normandos capitaneados por Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle (Aventureros franceses y sus crónicas); escribimos también sobre los recorridos del capitán escocés George Glas (El Río – La Graciosa); En HMS Challenger en las Islas Canarias nos ocupamos de la conocida expedición oceanográfica que se inicia con su Station One en las aguas de Canarias; el Beagle con Darwin a bordo, llamó a nuestras puertas, que no se abrieron por temor al cólera (La decepción del joven Charles Darwin en Tenerife); también el Meteor celebró en Tenerife el éxito de su viaje al Atlántico llevados por el secreto sueño de extraer oro del mar (Canarias en la ruta de grandes expediciones científicas). Nos atrevemos hoy a señalar el protagonismo de nuestras islas, -especialmente de dos- en uno de los más insensatos y trascendentales viajes de la Historia, el denominado Viaje del Descubrimiento del Nuevo Mundo, llevado a cabo por Cristóbal Colón y un centenar de hombres, por mandato de los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón.

Las flotas colombinas en Canarias
Cristóbal Colón atravesó las aguas del archipiélago en las cuatro ocasiones en que cruzó el océano para ir a las Indias. Arribó a los puertos de Gran Canaria y de la Gomera en tres ocasiones. Especialmente significativas son sus dos estancias -apenas separadas por unos días- en la isla de la Gomera en el primer viaje, pues marcan realmente el inicio del histórico Viaje del Descubrimiento, el 6 de septiembre de 1492, que culminará el 12 de octubre cuando avistaron la isla de Guanahani.

IN NOMINE DOMINI NOSTRI IHESU CHRISTI
(Así comienza la introducción al Diario de a bordo)
La fuente original que recoge estas informaciones es el Diario de a bordo de Colón. El original se ha perdido. Por lo que se sabe, de este original se hizo una copia, que tampoco se conoce. A su vez, de esta copia se hizo un Extracto o Sumario por fray Bartolomé de Las Casas, cuyo manuscrito se conserva en la Biblioteca Nacional de España. Otras informaciones cualificadas del Viaje del Descubrimiento son las de su hijo Hernando Colón en su conocida Historia del Almirante, que se fundamenta en los documentos originales de su padre, de los que disponía, pero que no transcribe textualmente sino que los usa como fuente para su Historia.

Para interpretar mejor lo que nos dicen estos autores quizá sea conveniente hacer algunas puntualizaciones, por ejemplo, que el padre Bartolomé de Las Casas es considerado por algunos como un hombre virtuoso, digno de subir a los altares, sin embargo, es para otros un loco rematado, hipócrita, egotista y paranóico. Un hombre arbitrario que afirmaba sin escrúpulos cuanto convenía a sus propósitos; sin embargo, en cuanto al diario de a bordo, la mayor de los estudiosos no dan crédito a la posible adulteración del mismo, pese a ciertos errores y omisiones. Hernando Colón, notable humanista, reconocido bibliógrafo y cosmógrafo, creador de la denominada Biblioteca Colombina, era el hijo menor, ilegítimo, de Colón y de la cordobesa Beatriz Enriquez de Arana. Defensor a ultranza de los derechos del Descubridor y su familia en interminables disputas con la Corona, conocidas como Pleitos Colombinos, que finalmente pierde y que condicionan la redacción de su Historia del Almirante. Por lo que interpretar correctamente estos documentos es una dura tarea para los historiadores.

En relación con lo sucedido al paso por las Canarias, la versión de Bartolomé de Las Casas, es algo confusa, introduce datos imposibles y errores manifiestos mientras que la de Hernando Colón es más clara, concisa, y aporta datos de interés contrastados con otros documentos independientes.
La imprecisión sobre el lugar en la que la carabela Pinta que capitaneaba Martín Alonso Pinzón, reparó su averiado timón, ha sido una fuente inagotable de debates, si fue en el puerto de Las Isletas, o en la bahía de Gando. Igualmente la estancia de Colón en la recién nacida capital de la Isla, fue cuestionada frecuentemente, aunque parece finalmente resuelta por el historiador A. Rumeu de Armas con pruebas documentales: el relato de Juan Bivas, testigo presencial (Legajo 27 de los Pleitos Colombinos).
Otra de las controversias a veces señalada apunta a unos supuestos amores de Colón con doña Beatriz de Bobadilla, Señora de la isla de La Gomera. Esa sería la razón, inconsistente a nuestro entender, como se verá más adelante, por la que el Descubridor tenía preferencia por recalar en nuestra pequeña isla, en el último puerto antes del primer meridiano; por cierto, proveedora de agua, leña, víveres, animales, semillas en el primero y siguientes viajes del Almirante.


¿Por qué a través de Canarias?
Se sabe que Colón pretendía iniciar su viaje en Bayona (Galicia, Pontevedra) o de Palos, sin embargo lo hace desde Canarias, en particular desde la isla de la Gomera. Una explicación que nos parece muy razonable, la encontramos en el trabajo citado más abajo América, “Ysla de Canaria por ganar”. Básicamente Colón sólo pudo ir en busca de las Indias imaginadas, porque el único resquicio legal para hacerlo, según el Tratado de Alcazobas entre las coronas de Portugal y las de Castilla y Aragón, era hacerlo a partir de las Canarias. Hacerlo a través de cualquier otro de los archipiélagos atlánticos, Azores, Madera, Cabo Verde, violaría el tratado, que ponía fin a desavenencias y disputas sucesorias. Según lo acordado, Colón podía navegar seguro hasta las Canarias, y se respetaba a Castilla el derecho a navegar hacia el Oeste en busca de nuevas islas por ganar, pero, igualmente, que las costas de tierra firme que pudiesen encontrarse en esa navegación frente a las Canarias, serían también castellanas. Y este argumento lo utilizó el rey de Portugal, para reclamar, en un primer momento, su derecho a los nuevos territorios descubiertos por Colón, cuando ve que regresa de su primer viaje a la altura de Lisboa. Colón escribiría -a sabiendas de que no era cierto- que regresaba de su viaje (4 marzo 1493) por la altura de las Canarias, y que una fuerte tormenta lo había desviado hacia el Norte, razón por la cual había llegado a Lisboa. Martín Alonso Pinzón llegó a la península bastante antes (18 febrero 1493) por Bayona de Galicia.


Cristóbal Colón
Todo lo referente al Cristóbal Colón y el Descubrimiento alcanza dimensiones extraordinarias, por no decir inabarcables, y mucho más para curiosos como nosotros que nos hemos acercado incautos a su figura y a los viajes que realizó a través del archipiélago canario. Sobre Colón recogemos algunos calificativos que hemos encontrado al hacer este artículo y tal vez evoquen algo de su compleja personalidad y de su obra. Con ello nos conformamos:
Almirante del Mar Océano, cauto, colérico, materialista, genio, farsante, héroe abnegado, ser excepcional, apasionado, predestinado, insatisfecho, héroe providencial, instrumento divino, misterioso, soberbio, gran marinero, mediocre cosmógrafo, cruel, codicioso, descubridor, pirata, corsario-condotiero, corsario protector de convoyes, mentiroso, inmortal navegante, lanero, héroe iluminado, personalidad gigantesca en hechos e ideaciones, expositor caudaloso, genial ligur, despiadado Virrey-Almirante, jefe incapaz, esclavizador de indios, apóstol de indios, Muy Magnífico Señor, Cristóferens, etc.

Notas y fuentes consultadas
La mayor parte de los trabajos que se relacionan, pueden encontrarse fácilmente y descargarse de internet utilizando cualquier buscador. Me ha resultado muy cómodo leerlos en la pantalla de una tableta o iPad . Si por casualidad llegas leyendo hasta aquí, te diré que estas lecturas pueden resultar adictivas. Hay trabajos extraordinarios. Puedes acceder a documentos originales, legibles con la grafía del español actual, con introducciones y estudios críticos de gran valor. En fin, adentrarte en el océano de dudas que rodean el mundo colombino. Al principio el lenguaje parece algo raro, sobre todo si no eres de esta área de conocimientos, pero el uso continuado de la lógica, la argumentación, la aportación de pruebas, el incesante trabajo, lo hace tremendamente interesante.
También avisamos que no somos historiadores. Nos disculpamos de antemano por los posibles errores o inexactitudes. Escribimos esto motivados por la curiosidad sobre las cosas de nuestra tierra, en la que Colón se movía con sorprendente familiaridad. Tiene el genial genovés, por decirlo de alguna manera, una presencia ligera, emocional, algo indiferente, en los canarios de todas las islas. Colón no nos pesa demasiado.
- Cioranescu, Alejandro, Colón y Canarias. 1959.
- Rumeu de Armas, Antonio. Mar y tierra. Artículos de prensa 1946-1999. pp 60-133. Islas Canarias.
- Tejera Gaspar, A. Colón en las islas Canarias. 1492-1502. La Gomera y Gran Canaria. Le Canarien ediciones. 2020.
- Torriani, Leonardo. Descripción e historia de las Islas Canarias. Goya Ediciones 1959.
- Colección documental del descubrimiento. Tomos I, II, y III, Real Academia de la Historia, CSIC, Fundación Mapfre, América. 1994.
- Giménez Fernández, M. América, “Ysla de Canaria por ganar”. Anuario Estudios Atlánticos. 1955
- Menéndez-Pidal, Ramón Observaciones críticas sobre las biografías de fray Bartolomé de Las Casas
- Menéndez-Pidal, Ramón La lengua de Cristóbal Colón. Bulletin Hispanique. Tome 42, Nº 1, 1940, pp 5-28
- Alvar, Manuel. Estudios, Ediciones y Notas del Diario del Descubrimiento. Tomos I y II. Ediciones del Cabildo Insular de Gran Canaria. 1976.
- Colón, Hernando. Historia del Almirante don Cristóbal Colón.1571. Edición de Luis Arranz Márquez. Crónicas de América.
- Colón, Cristóbal. Diario de a bordo. Edición de Luis Arranz. Biblioteca EDAF. 11ª edición.2019.
- Fernández de Oviedo y Valdés, Gonzalo. Historia General y Natural de Las Indias. Imprenta Real Academia de la Historia. 1851.
- Derrotas de las naves de Colón en las islas Canarias en el Viaje del Descubrimiento. Comisión de Canarias V Centenario del descubrimiento de América.1986.
- León Guerrero, Mª Monserrat. El segundo viaje colombino. Tesis de doctorado. Universidad de Valladolid. 2000.
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