Euchoba, Uchoba, Uchova. Con estos nombres se conocen, al menos, un barranco de Tenerife, un camino en San Miguel de Abona y sobre todo una cueva guanche, que protagonizó uno de los más lamentables episodios de la arqueología en Canarias.
- Dónde: San Miguel de Abona.
- Duración: El tiempo que quieras dedicar a deambular por los alrededores.
- Dificultad: Alta. El acceso al lugar es ciertamente peligroso y no recomendable.
- Imprescindible: Imprescindible una linterna si pretendes adentrarte en la cueva. Descargar artículo en PDF
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La necrópolis de Uchoba
Conocimos de su existencia gracias a un trabajo del arqueólogo Luis Diego Cuscoy. En una publicación de 1952 cuenta los tristes episodios que siguieron al descubrimiento de la Cueva de Uchova. Transcurría el verano de 1933. Causaron la destrucción irresponsable de la mayor necrópolis aborigen descubierta en Tenerife. El título es:
La necrópolis de la Cueva de Uchova en el barranco de La Tafetana (Tenerife)
No vamos a resumir lo dicho por L. Diego Cuscoy, para ello remitimos directamente a su trabajo que puedes encontrar aquí :
Te recomendamos que lo leas para hacerte una idea de los hechos. Es corto, muy interesante y contiene algunas fotografías que impresionan.

Localización de la Cueva de Uchoba
Quizás sea esto lo más interesante de la microaventura de hoy. ¿Es posible localizar la cueva de Uchoba siguiendo las indicaciones del arqueólogo? Sinceramente no. Creemos además que nos desorienta deliberadamente, aunque no terminamos de entender por qué o quizás sí.
Tuvimos que localizar el citado barranco, que tiene al menos otros cuatro nombres:
- Barranco de Uchoba
- Barranco de Ifaya
- Barranco de los Erales
- Barranco de Tragatrapos
El barranco además cambia de nombre por tramos.
Nuestra primera aproximación nos llevó a una zona en la que el barranco gira en dirección W, a unos cien metros de la cueva según L. Diego Cuscoy. Decidimos explorar a la altura del Km 2 de la TF-563, carretera que conduce a Vilaflor. Nos acercamos al cauce del barranco, difícilmente transitable, e intentamos explorar la zona caminando hacia el norte. Es realmente profundo y efectivamente está lleno de cuevas a distintas alturas y en ambos márgenes. Encontramos nuestro primer obstáculo, un desnivel insalvable y ninguna cueva con la boca orientada al NW.
A la vuelta de nuestra breve excursión dos amables vecinos nos confirmaron que efectivamente la cueva estaba por la zona pero nos advirtieron que era muy difícil llegar y muy peligroso.
Continuamos nuestra exploración al día siguiente buscando una vía para bajar al barranco, pero era imposible. Se ven algunos pinos de buen tamaño creciendo en el fondo.

Al tercer día intentamos el descenso por el cauce desde otro punto más arriba pero también fue imposible, por la vegetación y los bruscos desniveles. Lo volvimos a intentar desde lo alto, por el margen izquierdo, descendiendo hasta el cauce por una vereda peligrosa y nos encontramos de nuevo con otro salto de gran altura.
Cuando estábamos apunto de desistir paramos en un recodo de la carretera pensando dónde podría estar la célebre cueva. De pronto, notamos a lo lejos, algo extraño en la luminosa y contrastada imagen del barranco. Entre tanta sombra y tanta cueva, dos débiles líneas rectas verticales llamaron nuestra atención. Apenas visible en la distancia la cueva de Uchoba nos revelaba su situación. ¡Orientada hacia el Sur y más cerca del borde que del cauce!

Cuarto y último día. Volvimos a descender por la peligrosa vereda, pero esta vez al saber aproximadamente la posición, descubrimos que el sendero se bifurca en un punto y continúa a gran altura paralelo al cauce. ¡Tras un centenar de metros de difícil recorrido y oculta tras gran roca estaba la cueva de Uchoba!

Llegados a este punto, podríamos escribir las coordenadas GPS o UTM y revelar con la mayor precisión la situación de la cueva de Uchoba. No vamos a hacerlo. Llegar a la cueva es muy peligroso y un accidente puede ser fatal. No queremos que lo intentes. Pero a cambio te vamos a ofrecer nuestra galería de fotos. La cueva de casi 60 m está vacía Sólo hemos visto algunas rocas grandes y bastantes pequeñas, un fondo de tierra, algunas manchas blancas de minerales que emanan de las rocas y un cierto grado de humedad. Algún fragmento de madera quemada. Creemos sinceramente no haber faltado al respeto que merece la memoria de este sitio que fue lugar de reposo de muchos guanches que, como nosotros, vivieron en esta islas.
Referencias
- https://hdl.handle.net/11730/guatc/1264
- 44 Años de Arqueología Canaria: textos escogidos de Luis Diego Cuscoy. Instituto de Estudios Canarios 2011.
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