En la costa oeste de la isla de Lanzarote, en un enclave de atardeceres de ensueño, se encuentran las Salinas de Janubio, una de las pocas infraestructuras de producción de sal que aún existen en Canarias.
- Dónde: Municipio de Yaiza, Lanzarote.
- Duración: 10 minutos en coche desde Yaiza.
- Dificultad: Baja. Descargar artículo en PDF
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Islas de tradición salinera
Fueron las islas occidentales del archipiélago tierra de tradición salinera, fundamentalmente durante los siglos XV a XIX, en los que la sal era ampliamente utilizada en la conserva de carnes y pescados.
De las más de 60 salinas que llegó a haber activas a finales del siglo XIX apenas quedan algunas en explotación. Las del Carmen en Fuerteventura, las de Fuencaliente en La Palma, o las del sureste de Gran Canaria, como Bocacangrejo o las Salinas de Tenefé, algunas de las cuales hemos visitado ya. En esta ocasión nos vamos a las Salinas de Janubio en la isla de Lanzarote. Sin duda unas de las más espectaculares del archipiélago.
Son varias las razones que invitan a una visita a las Salinas de Janubio: su enorme extensión (se trata de las mayores salinas de las islas), la singular laguna de Janubio, el contraste de sus tajos y sus blancos montículos de sal con la oscura lava del entorno, o su orientación al oeste, lo que la hace protagonista habitual de increíbles atardeceres.
Cómo llegar a las Salinas de Janubio
Las Salinas de Janubio se encuentran en el municipio de Yaiza. Llegar apenas te llevará 10 minutos desde el casco urbano. Este pintoresco lugar, al que se accede a través de la carretera LZ-2, es una de las principales atracciones turísticas de la isla, por lo que el acceso está bien señalizado.
Puedes admirar las salinas desde varios puntos: desde un improvisado apartadero sobre una loma al sur, en el margen de la carretera LZ-701. Desde la misma playa de Janubio, una banda de negra arena volcánica que a modo de barrera natural protege la bahía, o ya desde la propia entrada a las instalaciones. A ella se llega tomando un desvío a la izquierda desde la carretera LZ-703.
El acceso no es gratuito. El declive de la industria salinera ha llevado a buscar nuevas vías de ingresos que permitan mantener vivo este enclave singular de Lanzarote. En cualquier caso, si no te decides por la visita guiada siempre podrás admirar este hermoso lugar desde la distancia.
Una vez saciada tu sed de sal en este rincón de Lanzarote, parte de la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos, podrás aprovechar para visitar otras localizaciones próximas de especial atractivo. Por un lado Los Hervideros, un bufadero en el que el mar bate con fuerza contra las rocas, y que está a apenas a 5 minutos en coche. Por otro el Charco Verde o Charco de los Clicos, en la cercana localidad de El Golfo.
Fotografía en Salinas de Janubio: un lugar icónico de Lanzarote
Este rincón de Lanzarote es sin duda un lugar idílico para el fotógrafo. Contrastes, lava, mar, montañas de sal y atardeceres inolvidables se unen al gran número de aves migratorias que lo frecuentan, atraídas por la gran cantidad de microorganismos que viven en sus saladas aguas. Tanto si eres un apasionado de la fotografía de paisaje, como si lo tuyo es la fauna o incluso la fotografía macro, te llevarás contigo un buen botín de fabulosas instantáneas.
Son las Salinas de Janubio un lugar icónico de Lanzarote, un sitio inesperado en medio de la majestuosa obra de los volcanes y cuya sola presencia en pleno malpaís impacta visualmente. Son la recreación de una suerte de lucha entre la Tierra y el Hombre, la una con sus retorcidas coladas de piedra y fuego, el otro jugando con el agua del mar y la perfecta geometría de sus volcanes de sal y sus muros de piedra.
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