Nos aventuramos en el interior de Gran Canaria en busca de una pequeña presa encastrada en la intrincada orografía de la isla. La presa de Elba. Un embalse que comparte protagonismo con el conocido como Roque de Elba.
- Dónde: Tejeda.
- Duración: 30 minutos.
- Dificultad: Baja.
- Imprescindible: Cámara fotográfica, protección solar. Descargar el track Descargar artículo en PDF
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En el corazón de la isla
Te proponemos hoy un viaje al interior de Gran Canaria, a un lugar recóndito, casi secreto, cuyo relativo aislamiento garantiza parte de su anonimato. Hablamos de la Presa y el Roque de Elba.
Partimos destino al centro de la isla, al archiconocido entorno del Roque Nublo, monumento natural que como no podía ser de otro modo ya hemos visitado. Nuestra intención es dejarlo atrás y descender hasta Ayacata, caserío emergido al albor de un cruce de caminos, que enlaza las comarcas del norte con el municipio de San Bartolomé de Tirajana y la zona de las grandes presas del interior. Es esta la ruta más frecuentada para alcanzar la presa de las Niñas, otro de los destinos recomendables en este entorno incomparable.
Dejamos Ayacata atrás y nos dirigimos hacia el norte, en dirección al Bentayga, por la carretera GC-60. Transcurridos poco más de 2 km llegaremos a nuestro punto de partida. Un pequeño apartadero con apenas espacio para cuatro o cinco coches, desde el que se inicia el sendero hasta la presa de Elba.
Una breve caminata
El camino hasta la presa, de apenas 900 m de longitud, comienza junto a un gran depósito de agua potable que da servicio a los pocos habitantes de la zona. Los primeros pasos son en vertiginoso ascenso, pues durante un corto trayecto inicial hay que salvar cierto desnivel.
Ya desde entonces comenzamos a familiarizarnos con la inmensidad del paisaje que nos rodea. Los riscos que se extienden a nuestra izquierda lucen jalonados de cuevas de variadas formas y tamaños. Estamos a finales de verano. La falta de lluvia y un episodio de calima en altura que nos acompaña acentúan el aspecto seco y árido del lugar.
Tras avanzar un trecho reparamos en un grupo de personas que descienden haciendo rápel desde las cotas más altas de la montaña Un lugar conocido como Lomo del Aserrador. Esto explica que encontrásemos más vehículos de lo habitual en la zona de aparcamiento.
Tras detenemos a observar con curiosidad las maniobras de estos intrépidos visitantes de la montaña retomamos nuestro camino hacia la presa. El firme es pedregoso, pero no dificulta en exceso el avance. Tabainas y bejeques sobreviven aquí estoicamente a la falta de agua, y hacen compañía a algún que otro ejemplar de pino canario.
Alcanzamos un pequeño promontorio desde el que se atisba por primera vez el muro de la presa, y descubrimos, mimetizado con el fondo del barranco, la espectacular silueta del roque de Elba.
Salvamos una última vaguada y ya estamos junto a la presa. La rodeamos sin dificultad y alcanzamos una panorámica desde la que el roque «sale» del abrigo de la montaña, y su perfil se revela ante nosotros en todo su esplendor.
Nos acercamos a su base, curioseamos en sus curvas y oquedades y sacamos infinidad de fotos, bajo la atenta vigilancia de los cernícalos.
Apenas hay agua. Un pequeño charco de barro y limo refleja por momentos los rayos del sol. Un estanque a «tiro de piedra» que hace las delicias de los niños que nos acompañan en esta ocasión.
Tras disfrutar de majestuosas vistas sobre la vertiente sur de la isla, un glorioso bocadillo y una agradable conversación, es hora de regresar. Volvemos deshaciendo el camino, entre cábalas sobre regresar en invierno, con la esperanza de encontrar un entorno más verde y un embalse a rebosar.
Pensando en clave fotográfica
Hoy hemos venido a pasear y no con el objetivo de hacer fotos. Ni la hora ni las condiciones climáticas son las más propicias. Pero este rincón de la isla es sin duda un buen lugar para los amantes de la fotografía. Nosotros mismos lo hemos visitado ya en otras ocasiones, en busca de nuevos paisajes sobre los que fotografiar la Vía Láctea. He aquí el resultado de una de esas visitas.
Cómo llegar
Para llegar a la presa de Elba hay que recorrrer , como te hemos comentado, un pequeño sendero que parte de un apartadero a los pies del Lomo del Aserrador, en la GC-60, a apenas 2 km de Ayacata. Te dejamos indicada la localización exacta en el mapa y la ruta para que la descargues y no te pierdas.
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El entorno en el que transcurre esta microAventura tiene muchos lugares de interés. Si te ha gustado la zona y quieres repetir visita puedes explorar otros lugares cercanos como las espectaculares Cuevas del Rey o el Charco de las Palomas.
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