La presa de Cueva de las Niñas es uno de los muchos embalses que tiene la isla. Orientada hacia su vertiente sur, se trata de un oasis de singular belleza que emerge muy próximo al pinar de la conocida como Reserva Natural Integral de Inagua y Pajonales.
- Dónde: Tejeda.
- Duración: El trayecto en coche aproximadamente 1 hora y 15 minutos.
- Dificultad: Baja.
- Imprescindible: El almuerzo. Es un sitio ideal para pasar el día. Descargar artículo en PDF
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La presa de Cueva de Las Niñas
El agua es un bien escaso en nuestras islas y las presas son una herramienta fundamental para recoger las pocas lluvias que caen por estas latitudes. El embalse que hoy visitamos terminó de construirse a principios de los años 60, y habiéndose llenado en varias ocasiones, es una de las presas con más solera de Gran Canaria.
Todo el entorno forma parte de una Reserva de la Biosfera, tratándose de un hábitat especialmente adecuado para las aves. Su ubicación, cercana al centro geográfico de la isla, hace que en ella confluyan diversos senderos. Algunos de ellos constituyen paseos recomendables que nos llevarán a otros embalses cercanos, como el de Soria o el de Salto del Perro. Desde este último hemos subido recientemente a la Montaña de Tauro.
Cómo llegar
La presa de las Niñas se encuentra en el interior de Gran Canaria, en el municipio de Tejeda y dista poco más de 50 km de la capital. Está relativamente próxima a otras presas emblemáticas como la de Soria o la de Chira. Este lugar es uno de los sitios más conocidos de la isla, no en vano existe una zona habilitada para la acampada a la orilla del embalse, que es muy popular. Es por ello que el trayecto está bien señalizado.
Llegar en coche desde las zonas metropolitanas del norte te llevará algo más de una hora. La ruta más frecuentada consiste en subir hasta la zona del Roque Nublo para después descender en dirección Ayacata, tomando allí el desvío hacia la presa. No obstante, si tienes tiempo y no te asustan las carreteras sinuosas puedes llegar a este embalse desde Mogán, en la zona sur de la isla. Un trayecto con paisajes que te dejarán boquiabierto.
Tanto si eres amante del senderismo como si lo que deseas es pasar un día agradable en plena naturaleza, no debes dejar de visitar este emblemático enclave.
Haciendo fotos
Hay mucho por hacer si visitas la presa de las Niñas cámara en mano. Si eres apasionado de la fotografía de aves puedes salir a la caza del Pico Picapinos, una especie de pájaro carpintero presente en la zona. Nosotros no pudimos verlo en esta ocasión.
En cuanto al paisaje en sí mismo, este embalse entre montañas es ideal para practicar la fotografía panorámica. Con apenas evidencia de la presencia humana en los alrededores, casi en cualquier dirección hay un encuadre válido. Más aún si recorres los alrededores del embalse a pie en busca de la mejor instantánea.
Otro de los elementos que hacen de la Presa de las Niñas un sitio con encanto es el conocido como Árbol de Casandra. Un imponente ejemplar de pino canario que se yergue solitario a la orilla del embalse, y cuya presencia está rodeada de misterio y siniestras historias contadas por los lugareños.
Finalmente la oscuridad de los cielos en esta parte de la isla la hace propicia para la astrofotografía, sobre todo en las más apacibles noches de verano, con la presencia de la Vía Láctea en el cenit ¡Vendremos a por estas instantáneas nocturnas en futuras ocasiones!
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