La playa de El Ancón es una joya del norte de la isla que todavía permanece virgen, impasible ante el paso del tiempo. Una cala de fina arena volcánica que hace las delicias de todo aquel que se decide a visitarla.
- Dónde: En la frontera entre los municipios de La Orotava y Santa Úrsula
- Duración: En torno a 40 minutos por trayecto.
- Dificultad: Alta. Principalmente por la fuerte pendiente del camino.
- Imprescindible: Agua. El trayecto es duro y conviene ir hidratado. Descargar artículo en PDF
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La Playa El Ancón
Como todas las playas de la costa norte de Tenerife se trata de una ensenada de fina arena negra. Arena de origen volcánico producto del afán erosivo de un océano Atlántico que con inusitada constancia embate contra la roca procedente del volcán.
Es un lugar ciertamente escondido. Localizado a los pies de escarpadas paredes de roca, no es visible desde la parte superior del acantilado. Tampoco se atisba desde la costa y apenas se intuye su existencia desde las playas vecinas de Los Patos o El Bollullo.
Quizás sea esta circunstancia la que ha permitido preservar el lugar en gran medida inalterado, pues mas allá de las mal acondicionadas infraestructuras de acceso a la playa, el entorno permanece prácticamente virgen. Aun así, se trata de una localización frecuentada por los vecinos de la zona y de forma más esporádica por algún turista extranjero curioso.
La bahía queda dividida en dos zonas claramente diferenciadas cuando hay marea baja. Una a la izquierda, mirando al mar, donde la zona entre el acantilado y la arena es más ancha, y otra a la derecha, más alargada y en la que predominan los callaos.
Como toda playa del norte que se precie, El Ancón encierra ciertos peligros. El primero de ellos el riesgo de desprendimientos desde los acantilados que rodean a la playa, riesgo éste fácil de salvar si evitas ponerte en las zonas más expuestas a la caída de rocas. El segundo tiene que ver con el baño, pues es bien conocido el carácter traicionero del mar en esta zona de la isla.
Como siempre hacemos en estas microAventuras, te recomendamos extremar la precaución, no ir solo y asegurarte de que el baño es seguro ante de meterte en el agua. Un bueno consejo es observar al resto de bañistas (si es que los hay), para tener una idea del estado de la playa o de cuál es la mejor zona para entrar y salir.
Cómo llegar
A pesar de tener aspecto de lugar remoto, por lo inalterado de su paisaje, El Ancón no es para nada un lugar inaccesible. Eso sí, llegar hasta la playa exige cierta forma física, pues desde el punto de partida hasta la arena debes salvar casi 300 m de desnivel, tanto a la ida como en el trayecto de vuelta.
El camino comienza en el municipio de Santa Úrsula. Lo mejor es aparcar en la calle Camino Antiguo Calvario, justo frente al Mercadona. Una vez pertrechados con agua, que necesitarás a buen seguro, debes dirigirte al inicio del sendero que baja hasta la playa. El camino se inicia en la calle Sancho Panza, a pocos metros del aparcamiento y tras pasar a través de un túnel por debajo de la autovía.
Justo tras el túnel, a mano izquierda, y al lado de una gran casa con tejados negros encontrarás un mirador y el inicio del sendero. Te dejamos indicado en este mapa el lugar exacto.
A partir de ahí el trayecto no tiene pérdida. Transcurre como imaginarás en constante descenso, a través de una senda acondicionada esporádicamente con escalones y una baranda. Es una travesía complicada, sobre todo por el desnivel a salvar. A medida que descendemos por el acantilado comienza a vislumbrarse una finca de viñedos, geométricamente distribuida y encajada de forma inverosímil entre la gran pared de roca y el mar.
Ya cerca de la costa se intuye la presencia de la playa. Llegamos a la carretera que da acceso a la finca y encontramos señalización que nos indica el trayecto final hasta El Ancón. De nuevo aquí se nos advierte del peligro del lugar, que insistimos es asumible si tomas las precauciones pertinentes. Tras avanzar unos cientos de metros nos encontramos con una escalera de cemento que salva el último desnivel, dejándonos con los pies en la arena.
El camino de vuelta transcurre por el mismo trayecto, con la dificultad añadida de que esta vez es en ascenso. Un ascenso ciertamente exigente. Ten en cuenta por tanto en la planificación de tu excursión que volver te llevará más tiempo.
Existe otro modo de alcanzar la playa probablemente menos exigente, que consiste en llegar a El Ancón desde la vecina playa de El Bollullo. No obstante este trayecto estaba cortado por desprendimientos en las fechas de nuestra visita. Otra opción es acceder desde la misma zona de El Bollullo, transitando entre las fincas del lugar, lo que te obliga a moverte por pistas privadas que no siempre están accesibles. En cualquier caso puedes valorar estas alternativas cuando planifiques tu visita.
Disfrutando del momento
Una vez en la arena toca disfrutar. Pasear por una playa semi-desierta, mojando tus pies en las frías aguas del océano mientras escuchas el batir de las olas y el viento es una auténtica inyección de energía vital.
Por último, si quieres garantizarte una experiencia sin igual, intenta cumplir con estos tres requisitos que te proponemos a la hora de planificar tu visita:
- ve con marea baja
- visita El Ancón en invierno
- evita los fines de semana
¡En cualquier caso, no tenemos dudas de que disfrutarás de esta microAventura tanto como nosotros!
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