Piscinas naturales de La Jaquita

En el municipio de Guía de Isora, en el oeste de la isla de Tenerife se encuentran las piscinas naturales de La Jaquita. Un enclave espectacular desde el que disfrutar de refrescantes chapuzones y fabulosos atardeceres.

Alcalá

Estamos en el oeste de la isla. Es verano y el calor, que aprieta estos días con intensidad, nos anima a buscar el refugio de un lugar fresco. Tras plantearnos varias alternativas por la zona alguien propone darnos un salto a las piscinas naturales del paseo de La Jaquita. La idea es bienvenida y nos ponemos en marcha, animados por la promesa de un baño de aguas cristalinas.

Las piscinas naturales de La Jaquita, se encuentran en el pueblo de Alcalá, en el municipio tinerfeño de Guía de Isora. Esta localidad, en origen un pueblo de pescadores, se encuentra confinada entre una cala natural y un sinfin de fincas de plataneras. A tenor del paisaje que nos recibe al llegar, aquí, además de la pesca, tuvo gran importancia el cultivo del tomate y el plátano. Aunque la actividad agrícola está en decadencia, en favor del más lucrativo turismo, todavía son muchas las fincas que están aparentemente en explotación.

El pueblo bordea una franja de costa con dos playas, separadas por un largo espigón natural de lava. Algo más al norte, un minúsculo muelle facilita el acceso a tierra de las pequeñas embarcaciones que todavía se dedican a la pesca.

Las piscinas naturales de La Jaquita

Nuestro destino está pasado el pueblo, en la franja de mar que franquea un gran hotel de lujo. Aquí, en el extremo septentrional de este barrio costero, se inicia un paseo bien acondicionado. Una senda que recorre, entre jardines e instalaciones deportivas, esta parte del litoral.

Prácticamente a mitad de camino se encuentran las piscinas naturales de la Jaquita. El lugar que venimos buscando. Desde lejos se atisban ya sus cristalinas aguas someras, y el gentío que disfruta de tan agradable lugar.

Las piscinas naturales, resultado de caprichos geológicos que les dieron forma, han sido convenientemente acondicionadas para el baño y, a diferencia de otros enclaves peligrosos, nadar aquí es tremendamente seguro.

Los charcos están cercados en sus extremos más expuestos al mar, sin impedir que el océano entre y salga a su antojo. Las aguas son someras, y se hace pie en toda su extensión, por lo que se trata de un lugar ideal para ir con niños. Eso sí, el fondo es de roca y es, diríamos que casi indispensable, utilizar escarpines o lo que en nuestra época llamábamos las “nike calamares”: ya sabes, aquellos zapatos plásticos tan ideales para mariscar… Antes de la piscina principal hay también alguna minúscula cala de callaos, que promete igualmente un baño reparador.

Nos instalamos rápidamente y en pocos minutos estamos ya en el agua. Algo tienen los charcos en las rocas que el baño sabe siempre diferente. Muy distinto al de bañarse en una playa. El agua está fría, ideal para combatir el calor. Decenas de chiquillos saltan aquí y allá, pertrechados siempre con uno u otro artilugio: una gafas, una tabla, un tubo, un flotador, una colchoneta, una pistola de agua… Parejas de jóvenes se hacen sus indispensables fotografías. El público mayor disfruta de las vistas y se relaja a la sombra de una sombrilla.

Pasado un buen rato decidimos volver. El tiempo se nos ha pasado volando y el hambre es ahora quien dirige nuestro destino. Recogemos nuestro bártulos y emprendemos el viaje de vuelta, no sin antes reparar que tan solo un poco más allá, al final de paseo, se atisba una playa de arena negra. Es la playa de La Jaquita. No tenemos tiempo para ir ahora, pero es la excusa perfecta para volver a Guía de Isora, en otro día de calor.

Cómo llegar

Las piscinas naturales del paseo de La Jaquita se encuentran en el pueblo de Alcalá, Guía de Isora. Llegar desde la capital de la isla te llevará alrededor de una hora. El trayecto no tiene pérdida. Conduces en dirección sur por la autovía TF-1 hasta la salida 87 en dirección Playa San Juan / Los Gigantes. A partir de ahí coges la TF-56 y, tras recorrer unos 6 kilómetros llegas a una gran rotonda, que debes dejar en la primera salida. Tan solo 1 kilómetro te separa de Alcalá.

Como siempre te dejamos indicado en el mapa la ubicación exacta de las piscinas naturales. El lugar es bastante frecuentado por lo que hay amplias zonas de aparcamiento en los alrededores.

Más que descubrir en los alrededores

Debes saber que hay mucho por descubrir en esta parte de la isla, tanto si tu preferencia es el mar como si lo que te va es adentrarte tierra adentro. Nuestras microAventuras en la Cueva de la Vaca, el agujero de los Gigantes o el Roque Blanco a buen seguro te gustarán.