Si te entusiasma la idea de subir una montaña, te gustará conquistar la cima de uno de los iconos de la isla de Tenerife, Montaña Roja, reconocible desde bien lejos por mar, por aire y por tierra.
- Duración: 30 minutos a pie desde la salida de El Médano o desde el parking de La Tejita.
- Dificultad: Fácil, pero debes ir con precaución en caso de presencia de viento.
- Imprescindible: Calzado adecuado y protección solar. La superficie de Montaña Roja es de picón y el sol está presente durante casi todo el año en esta zona. Descargar artículo en PDF
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La hemos visto desde el coche, desde el avión, desde el pueblo de El Médano, desde los pueblos de los alrededores, nos hemos bañado a sus pies, hemos visto salir el sol mil veces detrás de ella y era imposible sacarla del plano en nuestra micro aventura «En tierra de Sismitas»
Montaña Roja se reconoce incluso desde las alturas de Las Cañadas del Teide, así que… ¿Cómo no íbamos a querer subir esa montaña que vemos desde todas partes?
Montaña Roja: el origen
Montaña Roja es un volcán de escasos 171 metros de altura, pero no por ello menos espectacular. Más bien todo lo contrario, el volcán de Montaña Roja emergió del mar, en un primer momento distanciado de la costa hasta que el continuo depósito de materiales y los derrumbes provocados por la acumulación conectaron este edificio volcánico con la isla, dando lugar a una de las formas más características de las nuestras playas.
Esta increíble formación se encuentra dentro de la Reserva Natural Especial de Montaña Roja, un espacio protegido de 166 hectáreas de superficie de que constituye una de las mejores muestras de hábitats de arenas inorgánicas y humedales de la isla. El conjunto formado por el cono volcánico reciente y las extensas zonas de playas arenosas, llamadas médanos, que se extienden por toda la zona, tiene un importante valor paisajístico
(Fuente: Wikipedia).
Una microAventura sencilla
Ascender hasta la cima de Montaña Roja es relativamente sencillo.
Lo primero será dirigirnos hasta el municipio de Granadilla de Abona y aparcar nuestro vehículo en El Médano, en su extremo occidental, o bien unos kilómetros más adelante, en el aparcamiento de la playa de La Tejita. Montaña Roja está justo en el centro de estos dos emplazamientos y desde ambos sale un sendero que te lleva directamente hasta ella.
Nosotros optaremos por la primera opción, reconocible por ser una zona de windsurf y kitesurf, donde la primera parte del camino transcurrirá por la orilla de la playa (y porque a la vuelta recuperaremos fuerzas con un zumo de frutas y una ensalada en uno de los restaurantes hippies de la zona)
Desde aquí, tan solo tendrás que seguir la línea de la costa hacia Montaña Roja. Si la marea está baja podrás hacer esta primera parte del trayecto con los pies descalzos y encontrarás la entrada de la zona de la Reserva Natural, delimitada por unos postes perfectamente visibles. Siguiendo la línea de los postes en seguida entrarás en el camino hacia nuestro destino, dentro de una pequeña red de senderos que comunican las playas de El Médano, La Tejita y El Confital.
Subir a la cima de Montaña Roja en minutos para quedarse arriba durante horas
Al llegar a la base de Montaña Roja (recuerda calzarte los pies) verás que el camino irá ascendiendo progresivamente y sin dificultad. Sin embargo, en días de mucho viento puede ser más complicado avanzar, pero llegarás en minutos.
Una vez arriba te esperan varias sorpresas. Nosotros te dejamos con la más importante por ser obra de la naturaleza: las impresionantes vistas de 360º en las que contrasta el rojo de la tierra de la montaña (de ahí su nombre, si no lo habías deducido aún) con el paisaje, que te mantendrán en la cima durante mucho más tiempo del que tardaste en llegar… disfrútalas.
Reflexión final
Como te contamos al inicio de esta micro aventura, nos encontramos dentro la Reserva Natural Especial de Montaña Roja, un espacio protegido amenazado por la construcción salvaje y descontrolada de sus alrededores.
Recientemente, esta zona ha sido noticia por la construcción de nuevas explotaciones hoteleras en primera línea de playa y la polémica surgida a partir de diferentes informaciones que cuestionan su legalidad.
La realidad a día de hoy es que las obras siguen su curso y no cabe duda de sus consecuencias: un impacto ambiental en el entorno difícilmente reversible, el enriquecimiento de unos pocos a cambio de la pérdida de riqueza natural para muchos.
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