Hoy subimos a la Montaña de los Huesos, en San Bartolomé de Tirajana, con el objetivo de visitar uno de los complejos de cuevas prehispánicas más grandes de la geografía de Canarias.
- Duración: En torno a 30 minutos alcanzar las cuevas a pie desde La Montaña.
- Dificultad: Media. El acceso a la montaña es en ascenso. El sendero en ocasiones se pierde.
- Imprescindible: Protección solar y cámara de fotos. Una linterna también puede ser de utilidad si te adentras en alguna de las cuevas, aunque no es estrictamente necesario. Descargar artículo en PDF
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Cuevas y más cuevas
La conocida como Montaña de los Huesos es un yacimiento arqueológico localizado prácticamente en el centro geográfico de la isla de Gran Canaria, a la sombra de los Riscos de Tirajana.

Se trata de un conjunto de innumerables cuevas, distribuidas a lo largo de varios niveles, que fueron excavadas en la roca por los antiguos canarios. Este antiguo poblado, conformado por más de un centenar de cuevas, hizo las veces de vivienda, granero y sepultura a una de las comunidades prehispánicas más numerosas de la isla. De la gran cantidad de huesos allí encontrados viene su nombre. La actividad en toda esta vertiente de la isla se nos antoja que fue vertiginosa. Prueba de ello es el hecho de que el yacimiento está relativamente próximo a otros enclaves de presencia aborigen. Lugares de gran interés tales como la Fortaleza de Ansite o las Cuevas de la Audiencia.
En la actualidad, y debido a los desprendimientos acaecidos a lo largo del tiempo, las cuevas de los niveles superiores son prácticamente inaccesibles. Existen sin embargo otras a las que se accede con relativa facilidad, y que bien justifican la visita.

Las cuevas, aun vacías y desprovistas de todo vestigio aborigen, permiten recrear en nuestra imaginación la vida en tiempos pasados; sus formas, el recubrimiento y acabado de las paredes, los accesos a habitaciones anexas, los pequeños silos y los orificios en suelo y paredes, dan pistas de cómo era el día a día en esta escarpada ladera del barranco de Tirajana.
El yacimiento arqueológico es uno de los grandes atractivos de esta microAventura. El otro, las inmejorables vistas que ofrece este enclave elevado.

Cómo llegar
Para lanzarte a esta microAventura debes llegar hasta Rosiana, en la linde entre los municipios de Santa Lucía y San Bartolomé, a la altura del km 4 de la GC-65. Desde la capital este trayecto te llevará prácticamente 1 hora en coche. A partir de ahí toca echarse a andar.
Llegar hasta las cuevas de Montaña de los Huesos requiere transitar un buen trecho por un entorno realmente incomparable. El trayecto habitual parte del caserío de La Montaña, en San Bartolomé de Tirajana y, tras cruzar el barranco asciende por la ladera opuesta hasta alcanzar la zona de cuevas. A partir de ahí se puede deshacer el camino o continuar hasta el poblado de Tunte, y descender por la carretera completando una ruta circular.
El sendero está parcialmente señalizado – el estado de algunas señales es de total abandono -, aunque en ocasiones se pierde su rastro por ser un camino de poco tránsito. Si optas por el trayecto circular puede ser necesario tirar de intuición para ver cómo llegar hasta el poblado de Tunte.
La señalización está deteriorada La última señal visible. A partir de aquí hay que desviarse a la izquierda Vegetación A los pies de las cuevas
El trayecto requiere un pequeño esfuerzo físico, no en vano hay que subir una montaña, pero que bien merece la pena. El acceso a las cuevas en sí reviste cierta dificultad, en especial a algunas de los niveles más altos. Es por ello que es necesario extremar las precauciones y desistir a poco que se intuya tarea complicada.
En clave personal
Esta zona de la isla de Gran Canaria es, para parte del equipo Lainakai, escenario de incontables vivencias pasadas. Acercarnos de nuevo a este paraje ha traído a nuestra mente una sensación de cierta nostalgia, de vuelta a las raíces. Un torrente de pensamientos recorre nuestra mente mientras nos abrimos paso entre las cañas del barranco: hornos de leña, piñas de millo secándose al sol, gallinas, palomas, conejos, burros protagonistas de divertidas canciones, gamberradas infantiles, una larga lista de perros (Chispa, Corbato, Capitán…), mirlos. También cercados, aceitunas, papas, naranjas, albaricoques, uvas (y después vino), pan bizcochado, chocolate y queso tierno, subir y bajar a La Limera, la Montaña, la Hoya, el Calvario, estanques, viejos furgones, barquillos de hoja de caña navegando por las acequias, atardeceres sin fin escuchando relatos de tiempos pasados narrados por gente querida, historias de miedo, el agua fresca destilada de una talla de piedra…

Ya nada es igual, pero es nostalgia y no tristeza la sensación que nos envuelve, pues siempre podremos volver, sentarnos a la falda de la Montaña de los Huesos, y viajar por un momento al pasado, rememorando una vez más aquello que nos hizo como somos.
Más mundo aborigen
Si tienes interés en conocer más sobre el mundo aborigen de las islas, debes saber que en Lainakai visitamos habitualmente lugares frecuentados por los antiguos canarios, entre ellos la fabulosa Necrópolis de Arteara, a pocos kilómetros de esta microAventura.
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