El roque de Agando es uno de los símbolos naturales de La Gomera. La increíble mole de piedra destaca en el paisaje y sorprende a quienes recorren la isla a su paso por el extremo sur del Parque Nacional de Garajonay (si se deja ver entre las niebla que frecuenta la zona).
- Dónde: San Sebastián de La Gomera.
- Dificultad: Fácil, teniendo en cuenta cierta experiencia en montaña.
- Imprescindible: Calzado de montaña y ropa impermeable, incluso en verano. Descargar el track Descargar artículo en PDF
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Nos encontramos en Los Roques (Agando, Las Lajas, Carmona – La Zarcita y Ojila), una serie de domos volcánicos con forma de aguja (IGN) que sobresalen del terreno a gran altura. Los Roques forman parte de la Reserva Natural Integral de Benchijigua y se encuentran justo ante la linde del Parque Nacional de Garajonay.
En esta ocasión, nuestro objetivo es disfrutar de una vista menos habitual del roque de Agando. Para ello, buscamos la forma de introducirnos en el bosque de laurisilva y llegar hasta una posición elevada que promete una extraordinaria panorámica desde el mirador del Morro de Agando. Hacemos todo el trabajo previo necesario: buscamos en el mapa, calculamos la ruta y descargamos el track gps, pero nuestra suerte nos lleva a encontrarnos con un día de niebla que nos privará de las prometidas vistas. Sin embargo, no nos quedaremos sin aventura, como tampoco sin disfrutar de la ruta.
Sendero hacia el mirador del Morro de Agando
En este caso, lo interesante no fueron las vistas, porque no las tuvimos, sino el camino a través del corto sendero del Morro de Agando, de a penas un kilómetro de distancia entre la ida y la vuelta, por un apacible paseo entre laurisilva.
El acceso se encuentra a orillas de la carretera GM-2, junto al mirador de Tajaqué. Desde aquí la ruta transcurrirá paralelo a la misma carretera, salvada por un puente de madera en su intersección con una de las fuertes curvas en forma de horquilla que tanto caracterizan a esta isla atravesada por barrancos. El trayecto coincide con una pequeña parte del sendero de largo recorrido GR-131, que atraviesa todo el archipiélago canario a su paso por esta isla en el sector “Camino natural de La Gomera” desde San Sebastián hasta la playa de Valle Hermoso (Red de Caminos Naturales).

El camino transcurre sencillo y, aunque inmersos en la niebla no podemos disfrutar de las vistas hacia Los Roques, esta meteorología le da un aspecto místico al bosque de laurisilva incluso más encantador. En la última parte del recorrido abandonamos el GR-131 y ascendemos por una cresta que, con algo de exposición, nos conduce hasta el balcón que corona la montaña, a modo de mirador, en el alto de La Tunera. A un lado queda la vegetación que aprovecha la humedad de la cara norte, mientras que al otro lado adivinamos una caída al vacío por la roca viva de la cara contraria. Ya en el mirador, aunque no vemos nada, también disfrutamos de las nubes que llevadas por el viento pasan a toda velocidad entre nosotros.





Otras vistas del roque de Agando
Nos quedamos con las ganas de las espectaculares vistas que prometía nuestra ruta, por lo que al día siguiente regresamos a la zona. Aunque esta vez vamos en busca de otra microaventura que no podemos aplazar, no podemos resistirnos a parar en el popular mirador de Los Roques. Se trata de un popular mirador de carretera que, con menos componente de aventura, permite observar el formidable Agando suspendido sobre el barranco de Benchijigua. Esta vez nos conformaremos con esta otra vista para compartir la magnitud del paisaje hasta nuestro regreso.

Irónicamente el día está soleado y completamente despejado. Desde este lugar divisamos el mirador del Morro de Agando en lo alto, abierto al paisaje y en perfectas condiciones de visibilidad. No hemos tenido suerte con el objetivo que nos marcamos en el día anterior, pero hemos sido afortunados con una nueva experiencia irrepetible en la naturaleza.

Más microaventuras en La Gomera
Durante nuestros viajes a La Gomera hemos compartido microaventuras de gran interés cultural y belleza paisajística. Coronar el Alto de Garajonay (cima de la isla con 1.487 metros de altitud), subir la desafiante Fortaleza de Chipude o descubrir con emoción las tierras rojas de la montaña del Cepo son algunas de las historias que compartimos y puedes seguir disfrutando.
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