Por la isla de La Gomera corre el agua que desciende de sus montañas. En torno a ella se ha configurado la vida de sus habitantes, creando manantiales que aseguran la supervivencia y se convierten en lugar de visita recurrente. En este caso, los Chorros de Epina no solo nos abastecen de agua, sino también de mitos y leyendas muy presentes en la historia de Canarias.
- Dónde: Caserío de Epina, Vallehermoso. La Gomera.
- Dificultad: Fácil, tan solo 200 metros de distancia.
- Imprescindible: Calzado de montaña, ropa de abrigo y chubasquero. Descargar artículo en PDF
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Nos encontramos en el extremo noroeste del Parque Nacional de Garajonay. Paramos en en el kilómetro 46 de la carretera GM-1, junto al letrero indicativo hacia los Chorros de Epina. El acceso recorre una cómoda pista empedrada que nos introduce en el denso bosque y nos lleva directos a la Ermita de San Isidro Labrador, primera parada de esta corta ruta. El templo es sencillo pero el amplio espacio que lo rodea informa de la peregrinación a este lugar, donde se celebra una de las romerías más populares de la isla.



Por un lateral aparece el sendero GR-132 Camino Natural Costas de La Gomera, que seguimos por una escalera de gran pendiente descendiente hasta llegar a los chorros. Por el camino seguimos adentrándonos en el bosque de laurisilva, la humedad refresca el ambiente y encontramos los Chorros de Epina con agua que agradecemos después de un largo día recorriendo las montañas y los valles que caracterizan a la isla.





Mitos y leyendas de los Chorros de Epina
El agua emana de la fuente a través de siete caños de madera. Debemos tomarla en el orden correcto, según la leyenda, para beneficiarnos de sus efectos mágicos: los dos primeros chorros corresponden a la salud, los que le siguen al amor y los últimos dos a la fortuna, debiendo beberse de izquierda a derecha, los hombres de los chorros impares y las mujeres de los pares.
Otra leyenda relata que si al mirar tu reflejo en el agua esta se encuentra tranquila y limpia, el amor llegará pronto, mientras que si el agua está turbia el efecto será contrario. Así, al enturbiarse el agua de la fuente ante la princesa guanche gomera Gara, su enlace con el tinerfeño Jonay, príncipe de Adeje de la vecina isla de Tenerife, fue rechazado por sus ascendientes, de modo que los jóvenes terminarían suicidándose en el Alto de Garajonay que debe su nombre a esta pareja. La leyenda de Gara y Jonay también cuenta que el Teide entró en erupción desde de que estos hicieron público su compromiso hasta su muerte (CanariWiki).
Más microaventuras en La Gomera
Nuestros viajes a La Gomera han estado marcados por la historia de Cristóbal Colón y las micro aventuras que hemos compartido desde el propio Alto de Garajonay o el Monte del Cedro, además de paisajes llenos de contrastes como la Fortaleza de Chipude o las tierras rojas de la Montaña del Cepo.
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