En nuestro recorrido por algunos de los yacimientos arqueológicos de Gran Canaria visitamos hoy las Cuevas de Jerez, un asentamiento aborigen localizado en el barranco de Silva.
- Dónde: Telde.
- Duración: El trayecto circular a pie dura apenas 1 hora.
- Dificultad: Baja, salvo por el descenso al cauce del barranco, que es campo a través.
- Imprescindible: Aunque las laderas del barranco protegen del Sol, es importante como siempre llevar agua. Descargar artículo en PDF
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Cuevas y más cuevas
Son innumerables los yacimientos aborígenes que alberga Gran Canaria, muchos de ellos localizados en el municipio de Telde. No en vano fue esta ciudad la “capital” de uno de los dos reinos o “guanartematos” en los que se dividía la isla en la antigüedad a comienzos del siglo XV.
Existe aquí un entorno especialmente rico en restos de nuestros antepasados, localizado en la zona comprendida entre los municipios de Telde e Ingenio. Te hablamos no sólo del archiconocido santuario de Cuatro Puertas que ya hemos visitado en otras ocasiones, sino de otros asentamientos como Tara, Tufia, o las Cuevas de Jerez, nuestro destino de hoy.

Las Cuevas de Jerez son un complejo de cavidades excavadas en la roca, en una de las laderas del barranco de Silva. Están distribuidas en diferentes alturas a lo largo del margen izquierdo según se desciende el barranco, en un área de fácil acceso.
A pesar de tratarse de un enclave reconocido como Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Canarias, el entorno no está especialmente cuidado, encontrando restos de basura y construcciones de dudosa legalidad a lo largo de todo nuestro recorrido.
Con todo, el lugar bien merece una visita, no solo para ver las cuevas en sí, sino por la posibilidad de hacer otros descubrimientos. En una zona muy próxima a las cuevas existe un lugar empleado por los antiguos pobladores de Gran Canaria para llevar a cabo sus rituales religiosos. Este tipo de sitios reciben el nombre de “Almogarén”. Están conformados por pequeñas cavidades excavadas en la roca, a modo de “cazoletas”, conectadas entre sí a través de canalillos. Estas estructuras se suponen destinadas a recoger líquidos como agua de lluvia o leche, y pueden encontrarse en varias localizaciones de las islas.
Siguiendo al cauce del barranco aguas arriba existe otro complejo de cuevas, las llamadas Cuevas del Calasio, que visitaremos en otra ocasión.
Cómo llegar
Como en todas nuestras microAventuras llegar a las Cuevas de Jerez no es complicado. Las cuevas están localizadas en el barranco de Silva en el municipio de Telde. Nuestro trayecto comienza en el cruce entre las carreteras GC-100 (Telde-Ingenio) y la GC-140 en dirección a la zona industrial de El Goro. Aparcamos el coche en las inmediaciones de la rotonda que une estas dos vías, y nos disponemos a bajar al cauce del barranco, desde el margen de la GC-140.

Para llegar al cauce no existe un camino claro. Se intuye una vereda que seguimos durante un trecho para finalmente dirigirnos campo a través hasta el fondo, una vez que vemos que es fácil llegar. Ya en el cauce solo nos queda caminar en dirección al mar hasta llegar a las cuevas.
Por el camino, que transita sobre un firme arenoso, pasaremos junto a algunas construcciones semiabandonadas. En nuestro caso coincidimos además con varios lugareños que entrenaban a sus perros cazadores.
Salvo por el esporádico ladrido de los perros este paseo, a última hora de la tarde, transcurre en silencio. Sorprende que apenas se escuche animal alguno. Sólo el vuelo rasante de un ave rapaz, un cernícalo grande o quizás un halcón, nos distrajo de nuestros pensamientos.
Al cabo de un trecho llegamos al almogarén, que se encuentra en el margen derecho, sobre unas rocas en altura, por lo que has de estar atento, pues podrías pasar de largo sin verlo.

Unos minutos después llegamos nuestro destino. Como toda cueva que se precie, estas tiene su atractivo. Es fácil perder la noción del tiempo deambulando casi sin sentido por el lugar, entrando y saliendo de ellas, tratando de imaginar cuál sería la rutina diaria de los antiguos pobladores de las islas.

Con nuestra curiosidad satisfecha iniciamos el camino de vuelta, continuando unos cientos de metros a lo largo de barranco hasta llegar a una pista que sube por la ladera derecha. Seguimos el camino en ascenso y, una vez arriba, tomamos como referencia la carretera para volver al punto de partida. Este último tramo es ya sobre un terreno llano y hasta cierto punto monótono, presidido a lo lejos por la Montaña de Cuatro Puertas.

Otras microAventuras con acento aborigen
Son varios ya los yacimientos aborígenes que hemos visitado en Lainakai. Si te has quedado con ganas de más, no dejes de pasarte por nuestras microAventuras para descubrir más cuevas en La Audiencia o Cuatro Puertas o petroglifos en El Barranco de Balos o el Roque de Jama.
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