La Luna y los «Montes Teneriffe»

Atlánticas alturas

Los que habitamos estas islas atlánticas frecuentamos las alturas. Para nosotros es natural pasar en muy poco tiempo de la orilla del mar a las cumbres más elevadas. Cuando viajamos nos extraña que haya países donde la montaña más alta apenas alcance un centenar de metros. Ir a la cumbre, hacer caminatas por el monte, cruzar los bosques de laurisilva, recorrer el pinar, subir a las Cañadas son actividades frecuentes, forman parte de nuestro modo de vida, es lo que somos, caminantes que con curiosidad queremos sentir, disfrutar de la Naturaleza, pese a que la moderna forma de vivir cada vez nos aleja más de ella.

Los montes de Tenerife

Los montes de Tenerife, entre otros, han sido territorio habitual de algunas de nuestras microAventuras, y son espléndidos por muchas razones. Desde más de dos mil metros, puedes ver fácilmente otras islas que también se yerguen orgullosas por encima del mar de nubes, montes que albergan una fauna y flora muy particulares. Además, se disfruta desde ahí de una magnífica corona forestal que rodea la isla completamente y donde reina el pino canario, único que mira sin temor al fuego. En las noches el cielo se hace aún más presente, el cielo en el que vemos las estrellas, errantes o fijas, dobles o únicas, el cielo donde contemplamos la Vía Láctea, las estelas luminosas que dejan las lluvias de meteoritos, las azarosas formas de  las constelaciones, el cielo donde alumbra y se mueve la desconcertante Luna.

Hay otros «Montes Teneriffe» que no están en Tenerife

No es una contradicción, ni un juego de palabras, porque los Montes Teneriffe no solo están en la Tierra sino también en la Luna. Muchas noches de verano hemos estado haciendo fotografías de la Luna con un pequeño telescopio y ello nos llevó con el tiempo a querer reconocer sus accidentes principales como cráteres y mares y a saber algo sobre ellos. He aquí que, de pronto, encontramos escrito en un mapa lunar las palabras ¨Montes Teneriffe¨ señalando un pequeño arco de montañas.

El difícil y laborioso sendero de la Selenografía

Encontrar el origen de este nombre ha sido una verdadera microAventura, pero lo hemos logrado. Además se nos ha abierto un mundo maravilloso, el de la cartografía lunar, que nos ha puesto en contacto con los grandes astrónomos de siglos pasados. No es este el lugar para extenderse demasiado, pero podemos decir que fue William Radcliffe Birt, astrónomo británico, quien en 1861, quiso conmemorar de esta manera el trabajo realizado por el astrónomo italo-escocés, Charles Piazzi Smyth. Éste último hizo en 1856 (24 de junio a 26 de septiembre) una importante y decisiva campaña de observación astronómica en Guajara y en el Pico Teide. El objetivo era comprobar la tesis de Newton formulada en su «Óptica», sobre la necesidad de evitar las capas inferiores de la atmósfera si se quería mejorar el rendimiento de los telescopios.

«At the time I had accumulated a number of observations, first, of the crater ¨Plato¨ and its inmediate neighbourhood, and afterwards of the N.W. portion of the Mare Imbrium, including all the mountains which are scattered over its surface,which have been named the ‘Teneriffe’ Mountains to commemorate ‘an astronomer’s experiment’, as recorded in Professor Piazzi Smyth’s work entitles ‘Teneriffe’.«

Localización

Es muy fácil encontrar los Montes Teneriffe en la Luna. Orienta un mapa de la Luna con el Norte hacia arriba (es frecuente representar la luna invertida tal como aparece en un telescopio, es decir con los puntos cardinales cambiados). A continuación localiza el cráter Plato que está al norte del Mare Imbrium. Justo al lado del cráter, al sudoeste, están las  Montes Teneriffe.

Estas son las coordenadas lunares y las dimensiones aproximadas:

• 48,0 N ; 13,0 W.
• Longitud 112 km.
• altura 2400 m.

Si te pica la curiosidad, y quieres ver imágenes detalladas de La Luna, no te pierdas esta web interactiva de la NASA. ¡Seguro que la próxima vez que mires hacia arriba observarás nuestro satélite con otros ojos!.