El Roque Blanco es un prominente pico de montaña que sobresale del paisaje entre profundos barrancos que discurren por el macizo de Teno.
Atraídos por su imagen dominante del entorno y esa fuerza irracional que nos empuja a subir montañas, nos dirigimos a su encuentro para disfrutar de una de las últimas fronteras sin habitar de la isla de Tenerife.