Existen estereotipos que marcan la percepción que tenemos sobre cada una de las Islas Canarias. En el caso de Lanzarote, la tendencia es creer que se trata de una isla puramente volcánica, formada por agresivas y fuertes rocas. Pero lejos de esta monotonía, Lanzarote está llena de contrastes y la Caleta del Mojón Blanco es uno de esos lugares diferentes, donde una mancha de dunas de arena y mar cristalino ganan por un corto espacio al dominante malpaís negro que gobierna buena parte de la isla.
- Duración: Llegarás al lugar en 10 minutos desde el aparcamiento.
- Dificultad: Muy fácil, aunque en determinados tramos la altura de la arena exige cierto esfuerzo.
- Imprescindible: Protección solar y gorra o sombrero, ya que el lugar está completamente desprovisto de sombra. Descargar artículo en PDF
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Cómo llegar a la Caleta del Mojón Blanco
La Caleta del Mojón Blanco se encuentra en la zona conocida como «Los Caletones» del norte de la Isla de Lanzarote, una serie de calas y charcos a lo largo de la línea de la costa cercana a la población marinera de Órzola (popular por su tradición pesquera y por ser el puerto de partida hacia la isla vecina de La Graciosa)
Llegarás con mucha facilidad a través de la carretera LZ-1 en dirección norte, ya que el paisaje cambiará de color y atravesarás la arena blanca antes de llegar al pueblo. La zona cuenta con varios terraplenes que sirven de aparcamiento y es de fácil acceso.
Aquí no encontrarás las «facilidades» de las playas turísticas. Ni duchas, ni aseos, ni cómodos caminos de acceso, ni socorristas (lo que obliga a tomar precauciones). En la Caleta del Mojón Blanco encontrarás, nada más y nada menos, que el paisaje salvaje formado por los volcanes, el mar, el viento… y sus pequeños habitantes vegetales y animales.
Deambulando por la línea de costa podrás acceder a otras pequeñas calas o ir al popular Caletón Blanco, con forma de charco y de uso familiar entre los habitantes de Órzola, pero no tan salvaje como para ser considerado una MicroAventura 😉 así que nosotros seguimos en la Caleta del Mojón Blanco.
Malpaís y dunas, una combinación asombrosa de la naturaleza
La mayor parte del paisaje de la isla de Lanzarote se encuentra dominada por un agresivo suelo de malpaís resultante de las erupciones volcánicas que se sucedieron en la isla, y que al llegar al mar formaron una extensa red de charcos y calas. Pero la peculiaridad de este lugar es que este malpaís se encuentra cubierto por dunas de arena blanca, procedente del vecino continente africano.
La arena, depositada por el viento durante miles de años hasta depositarse en una extensión de dunas y tranquilas playas, da forma y vida a un entorno único de la naturaleza, poblado por una vegetación halófila característica de las costas de Canarias, como la aulaga o la uva de mar. Además, el sitio está habitado por pequeños peces que buscan la protección de las calas y proliferan las algas, que según la entusiasmada bióloga que nos acompaña en esta MicroAventura son siempre indicador de la buena salud del agua marina.
Disfrutar sin molestar a la naturaleza
Ante un lugar así, solo podemos hacer una cosa: disfrutar sin molestar a la naturaleza, ya que la Caleta del Mojón Blanco no es una playa para jugar a la pelota o plantar el altavoz del reguetón. En el lugar existen pequeños corralitos (muros circulares de callao) para protegernos del viento, que rozan el impacto ambiental máximo permisible en un ecosistema con un equilibrio muy sensible ante cualquier cambio en el paisaje.
La zona es perfecta para tomar el sol, darse un baño en el frío Atlántico entre diferentes tonos de color, peces y algas, o también caminar bordeando la costa, a través de numerosos charcos y nuevas calas en las que volver a refrescarse.
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