Sobrevolamos el pico más alto de España y ponemos rumbo hacia el norte para acercarnos al gigante escocés. Acompáñanos en esta microAventura por el corazón de las Highlands, donde Ben Nevis nos espera con sus 1.345 de altura imponente y naturaleza en estado puro.
- Dónde: Lochaber, región de Escocia.
- Duración: 2 horas y media hasta el Lochan Meall an t-Suidhe (mitad de camino) y 4 horas en total hasta la cima de Ben Nevis.
- Dificultad: media - alta.
- Imprescindible: agua, calzado de montaña, protección solar y abrigo impermeable. Es muy importante consultar la previsión meteorológica, especialmente cambiante en Escocia. Descargar artículo en PDF
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Si te dijéramos que el nombre de nuestro destino puede traducirse como “montaña con la cabeza en las nubes” o “montaña maliciosa”, probablemente pensarías que estamos hablando de El Teide y su Guayota, pero no es así. Algo en común debe tener con Ben Nevis, la montaña que recibe estos apodos y que, con sus 1.345 metros sobre el nivel del mar, se alza como la más alta de todo el Reino Unido.
Ben Nevis forma parte de una de las tres principales cadenas montañosas de Escocia, los Montes Grampianos, y se formó hace millones de años tras la erupción de un volcán activo que colapsó sobre sí mismo, sentando las bases de su contorno actual.
Descubrimos este lugar como parte de un reciente viaje por las tierras altas de Escocia, un país al que puedes llegar en avión desde Canarias tras unas cinco horas de vuelo. En nuestro caso, volamos hacia Edimburgo y, desde allí, alquilamos un coche para dirigirnos al norte y llegar hasta uno de los puntos más emblemáticos de las Highlands.
“The Glen and Ben”
Muy cerca de la ciudad costera de Fort William, a tan solo cinco minutos en coche, llegamos hasta el Centro de Visitantes de Ben Nevis, el punto de partida de la microAventura que te proponemos hoy. Este lugar se encuentra en el Glen Nevis, el valle que rodea la cara oeste de la montaña y cuyas espectaculares vistas nos acompañarán durante todo el camino. Además de por su riqueza natural y múltiples senderos, te interesará visitar este valle si tienes afición por el séptimo arte, ya que ha sido escenario de muchas películas y series, como “Braveheart”, “Harry Potter” o “Outlander”.
En el exterior de su Centro de Visitantes, justo al salir del aparcamiento, encontramos un panel informativo con el mapa que detalla la ruta hasta el pico de Ben Nevis, conocida como “Pony Track”, “Mountain Track” o “Ben Path”. En el panel se indican sus principales paradas, tiempos de ascenso y recomendaciones. En función de tu estado de forma, tus provisiones y, sobre todo, de la previsión meteorológica, te animamos a escoger la distancia que mejor se adapte a ti. Ten en cuenta que el tiempo aproximado de ascenso y descenso hasta el pico del Ben Nevis es de 7 horas.
Un ascenso exigente
A la derecha del panel, encontramos la rampa hacia el puente metálico que marca el comienzo de la ruta y que cruza el río Nevis. Durante el camino, no tardarás en comprobar cómo Ben Nevis y las dos cimas subsidiarias que lo rodean (llamadas Carn Dearg, “colinas rojas”) funcionan como auténticas esponjas y nutren de agua al río, que a su vez es fuente de vida para todo el valle.
Empezamos a ascender por la base de una montaña colindante, llamada Meall an t-Suidhe. Dejamos atrás una granja y comenzamos a rodear la vertiente suroeste de la montaña. Tras algo más de 20 minutos de camino, llegamos a una intersección que comunica el camino principal con otro de los puntos de partida posibles para hacer esta ruta, el Youth Hostel de Glen Nevis. En este cruce, aprovechamos para hacer nuestra primera parada y sacar algunas fotos del valle. Como viajamos en octubre, la vegetación nos recibió con esos colores propios del otoño (verdes, dorados y rojos) que tan fascinantes nos resultan a los canarios, acostumbrados a vivir en nuestra “eterna primavera”.
A partir de aquí, el camino no tuvo pérdida y la pendiente comenzó a ser cada vez más elevada. Es importante tener en cuenta que el Centro de Visitantes se encuentra a unos 20 metros sobre el nivel del mar, por lo que, para ascender hasta los más de 700 metros de Meall an t-Suidhe o los 1.345 metros del Ben Nevis, las rodillas deben sufrir un poco. Eso sí, las ovejas, los riachuelos, el paisaje y la compañía intermitente de otros aventureros te ayudarán a sobrellevar la exigencia del camino.
Tras bordear por el suroeste Meall an t-Suidhe, pronto nos encontramos con la vertiente oeste de Ben Nevis cubierta de bruma o, como la traducción de su nombre nos adelantaba, “con la cabeza en las nubes”. En lo alto, la montaña va abandonando el ocre de la vegetación y luce el color grisáceo de la piedra, acompañada siempre por el agua que busca camino para descender hasta el valle.
Continuamos el ascenso hasta llegar a lo más alto de la montaña por la que hemos subido todo el camino, donde encontramos nuestro destino particular: el lago Lochan Meall an t-Suidhe, conocido también como el “halfway loch” o “lago de mitad del camino”.
Una excusa para volver
Tras medir nuestras fuerzas y después de dos horas y cuarenta minutos de ascenso, decidimos que este sería el final de nuestro camino. No sin algo de pesar, vimos cómo otros caminantes continuaban por la ruta en zigzag que lleva hasta el pico de Ben Nevis mientras nosotros iniciábamos el descenso.
Sin embargo, como buen microAventurero, ya debes saber que es tan importante la planificación como aprender a adaptarse a uno mismo y saber cuándo parar. Con este convencimiento, deshicimos el camino con la inesperada compañía del sol, que apareció en último momento para guiarnos en la bajada y darle al paisaje un aspecto completamente diferente al que encontramos al subir.
En nuestra próxima visita a Escocia, estamos convencidos de que volveremos a intentar el ascenso completo y esperamos que tú también lo hagas, incluyendo a Ben Nevis en tu lista de aventuras pendientes fuera de nuestras Islas.
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