¿Te has visto alguna vez en la necesidad de saber de qué dirección viene el viento en un momento dado?. En la entrada de hoy recopilamos 8 formas de determinar la dirección del viento. Seguro que alguna de ellas te sorprenderá.
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El viento y por qué conocer su dirección
Como seguramente ya sabrás, el viento no es más que una masa de aire en movimiento, un movimiento provocado por las diferencias de presión entre distintos puntos de la atmósfera. El aire se mueve de las zonas de altas presiones a las de bajas presiones a una velocidad proporcional a la diferencia de presión entre ambos puntos.
Pero, ¿por qué puede interesarnos conocer la dirección del viento?. Pues son muchas las situaciones en las que saberlo puede ayudar. En ocasiones es necesario para desarrollar alguna actividad, como por ejemplo, volar una cometa o un dron, salir a navegar a vela o colocar correctamente un trípode en fotografía de larga exposición. Otras veces será una cuestión de seguridad: Si pretendes simplemente hacer una excursión en las alturas, o aproximarte a alguna zona peligrosa con riesgo de caída, conocer la dirección (y en este caso la fuerza) del viento puede ayudarte a valorar cuanto de arriesgado puedes llegar a ser.
Conocer la dirección del viento puede evitar que te manches tomando una bebida directamente de una botella, o que salgas empapado de una sesión fotográfica a la orilla del mar.
En cualquier caso, sea cual sea tu motivo, te enumeramos a continuación varias formas que tienes de averiguar de dónde viene el viento, ayudándote del entorno.
8 formas de determinar la dirección del viento
#1 Observa las nubes
Comenzamos con uno de los métodos más evidentes, y que probablemente ya hayas empleado alguna vez. Si tienes un cielo con nubes relativamente cercanas su movimiento te permitirá identificar la dirección del viento. En ocasiones, cuando el viento es flojo costará cierto tiempo darte cuenta del movimiento, sin embargo, cuando el viento es fuerte, el desplazamiento de las nubes a lo largo del cielo es evidente.
Si te encuentras en una zona de brumas, identificar la tarea te resultará aún más fácil.
#2 La naturaleza te da pistas
Observa tu alrededor. Casi siempre encontrarás algún elemento que te permita saber de dónde viene el viento. En un entorno natural, hojas moviéndose en el suelo, copas de árboles, etc. son indicadores que podemos emplear.
Aunque no sea en tiempo real, también podemos identificar cuales son los vientos reinantes en un determinado lugar, observando por ejemplo la inclinación de las ramas o la presencia de musgo o líquenes en los troncos, que suelen poblar la cara sobre la que incide con mayor frecuencia el viento.

Si estás en una playa, las dunas de arena también te indican la dirección del viento reinante. Observa la forma de las dunas y verás que, en la parque que no da el viento, su forma es más alargada.

#3 Vierte algún líquido, arena o tierra
Otra de las formas que seguro se te han ocurrido para determinar la dirección del viento es coger un puñado de arena o algún líquido y verterlo desde cierta altura, observando hacia donde se desvía. Si tienes algún material susceptible de ser usado, este es uno de los métodos más sencillos de poner en práctica. También puedes emplear un trozo de tela, como un pañuelo, o incluso una prenda de ropa ligera.

#4 Observa los barcos fondeados
Si te encuentras a la orilla del mar observa los barcos fondeados. Habitualmente estas embarcaciones están sujetas al fondo por la proa, su parte delantera. Esto, unido a la forma que tiene la parte sumergida de los barcos, provoca que se orienten de forma natural “proa al viento”. Si hay varias embarcaciones verás que la mayoría de ellas están orientadas hacia al mismo lugar. Piensa en ellas como flechas que te indican de dónde viene el viento.

#5 Explota tus sentidos
Tus sentidos son el mejor detector de viento que tienes a mano. Si estás en una zona ventosa, y este es lo suficientemente intenso podrás ayudarte del oído y del tacto para determinar su dirección. Un método habitual, que seguro habrás visto en alguna ocasión, consiste en humedecer un dedo en un líquido y luego levantarlo para que le dé el viento. El aire incidiendo en la parte húmeda del dedo te hará sentir una sensación más “fresca” en la zona de la que éste procede.
También puedes ayudarte del oído. Cierra los ojos y concéntrate en escuchar el viento. Ve girando la cabeza en redondo y, cuando escuches por igual en ambos oídos tendrás ya el eje de procedencia. Ayúdate entonces de la sensación en tu cara para determinar si viene de frente o de atrás.
#6 Ayúdate de las aves
Si te encuentras en un paraje repleto de rocas, sin vegetación, arena ni nubes a tu alcance es posible que tengas la suerte de ver algún ave rapaz. Estos animales se mantienen flotando en el aire colocándose donde hay corrientes de aire caliente que les aportan sustentación. Observando su comportamiento y orientación es posible que podamos intuir la dirección el viento reinante en la zona.
Algo similar ocurre en la costa, si observas con atención el planeo sobre el mar de gaviotas y otras aves marinas.

#7 Otea la superficie de mares, lagos o charcos
Observa cómo se mueve la superficie del agua en el mar, lagos o charcos si tienes alguno a mano. Este método te permitirá detectar la dirección del viento incluso cuando su intensidad es muy baja. Además, sirva para ver si el viento es constante o rancheado. Para ello basta con mirar atentamente durante un rato y ver si el rizado de la superficie no es homogéneo y cambia de vez en cuando.

#8 Aprovéchate de los aeropuertos
Si estás en la proximidad de un aeródromo observa como aterrizan y despegan los aviones. Las configuraciones de las pistas cambian en función de la componente dominante del viento, de modo que las aeronaves aterrizan y despegan en dirección contraria, para facilitar las maniobras. Aunque esto no te indique la dirección con demasiada exactitud, pues la pista está orientada en un único eje, si te permite conocer la componente principal de la dirección del viento reinante.
Si además estás lo suficientemente cerca como para ver las mangas de viento de la pista entonces estás de suerte. Estos dispositivos, a modo de cilindro de tela, habitualmente de colores rojos/anaranjados, se inflan y giran para orientarse en función del viento reinante.

Y hasta aquí nuestra entrada de hoy. Esperamos que alguna de estas 8 formas de determinar la dirección del viento de haya sorprendido y, sobre todo, que en alguna ocasión te sean de utilidad. Si todavía quieres saber más sobre este fenómeno meteorológico no te pierdas nuestra entrada sobre la fuerza del viento.
Planificación, aplicaciones y más…
Estos «tips» te permitirán conocer la procedencia del viento sin necesidad de emplear aplicaciones o servicios meteorológicos, una vez que estés en campo. Sin embargo, para sacarles el máximo partido has de combinarlos con una buena planificación meteorológica de cada salida, algo que siempre recomendamos. En una futura entrada nos centraremos en el proceso de planificación, hablando de mapas, escalas de medición, herramientas y aplicaciones que nos ayudarán a garantizar una excursión sin sobresaltos.
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